La Comisión Europea ha anunciado su intención de poner en marcha un código de prácticas para que las plataformas de redes sociales – entre los que también se incluirían los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp-, puedan intensificar la labor que realizan de comprobación de hechos y revisen los algoritmos que puedan amplificar la desinformación.
Según ha explicado Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea, la campaña masiva antivacuna detectada en las redes sociales, sumada a la preocupación existente sobre el papel que tienen estas plataformas en las campañas electorales, requiere profundizar en las prácticas realizadas por las propias compañías para revisar la desinformación que existe en el seno de sus plataformas.
De acuerdo con Jourová, la comisión no desea obstaculizar la libertad de expresión, pero “las plataformas tienen que ser más efectivas a la hora de comprobar los hechos a través de operadores independientes”, ha expresado.
Para ello, el organismo europeo ha planteado la creación de un código que revisaría las prácticas que deben realizar las plataformas para poner coto a las informaciones falsas. La adhesión a dicho código tendría un carácter voluntario, pero obligaría a los anexionados a profundizar en su proceso de comprobación de hechos y en revisar sus algoritmos que difundan la desinformación, ya que, de lo contrario, se enfrentarían a multas por valor de hasta un 6% de sus ingresos anuales.
“Nos gustaría que integrasen este proceso de fact checking en el sistema para que sea más intenso y garantizar, además, que no sean las propias plataformas las que únicamente decidan”, explica la portavoz europea.
En 2018, Google, Facebook, Twitter, Microsoft y TikTok firmaron un código de conducta que perseguía impedir la monetización de informaciones falsas. Un código que, en opinión de Jourová, no ha dado los frutos esperados.
“Se necesita un código más fuerte y que tanto las plataformas online como otros players del sector dejen de politizarse por sí mismos e impidan a terceros ganar dinero mediante la desinformación, mientras preservamos completamente la libertad de expresión”, concluye.