Cerca de siete de cada 10 españoles confirma su deseo para este 2023 de realizar un cambio relevante en su vida, relacionado con el ámbito laboral (39,5%) y el hogar (33,7%). También siete de cada 10 opina que lo conseguirá.
Son datos de un estudio realizado por Ikea, SigmaDos y la doctora en psicología Silvia Álava para analizar las emociones que suscitan los cambios vitales; cuáles son las principales barreras para llevarlos a cabo y cuáles son las previsiones para 2023.
Un 65,3% de encuestados afirma que este año le gustaría realizar un cambio relevante en su vida, siendo los más mencionados los relacionados con el ámbito laboral (39,5%), seguidos por los del hogar (33,7%). Por franjas de edad, este deseo es más elevado en la población joven, de 18 a 29 años, con un 78,6%.
La percepción ante la consecución del cambio es optimista: siete de cada 10 cree que lo conseguirá. De nuevo, este porcentaje es mayor en la franja más joven, con un 77,4%. La seguridad económica (42,7%) y la seguridad personal y el bienestar emocional (39%) son los aspectos que ayudan a los españoles a realizar los cambios.
El informe también analiza los cambios vitales llevados a cabo en 2022. Un año en el que cuatro de cada 10 asegura haber hecho un cambio relevante en su vida, habiendo sido exitoso para un 83,5%. También los jóvenes de entre 18 y 29 años han sido los que más se han atrevido a realizarlos (54,4%).
Para un 46,9%, los factores económicos han supuesto un freno a la hora de realizar un cambio durante el pasado año, aunque la seguridad personal y el bienestar emocional (41,4%), y el apoyo familiar (38,2%) ha incentivado el atreverse.
“Es decir, el factor económico puede llegar a bloquear el cambio, pero sin una buena seguridad personal, sin un buen bienestar emocional, es más complicado que pese a tener estabilidad económica, se lleven a cabo los planes”, ha asegurado la doctora en psicología, Silvia Álava.
Emociones asociados a los cambios
De acuerdo con el estudio, las emociones que se asocian de manera más frecuente al cambio son la esperanza (20,8%) y la inseguridad (20,6%). Le siguen el interés (12,1%), la alegría (11,4%) y el miedo (10,8%).
En el caso de los jóvenes entre 18 y 29 años, la emoción más predominante es la inseguridad que sube hasta el 28%, seguido por miedo para el 17,5%. Por el contrario, los mayores de 65 años son los que más asocian la esperanza a los cambios vitales (26,1%).
La muestra también revela que, de cara a los cambios venideros, las emociones agradables actúan como facilitadoras del cambio en este orden: esperanza 51,9%; calma 38,7%; interés 35,7%; inspiración 31,3%; alegría 28,2%. Sin embargo, es importante gestionar las emociones desagradables dado que la segunda emoción que más se siente ante los cambios es la inseguridad (20,6%) y en menor medida el miedo (10,8%).
En cuanto a barreras, 7 de cada 10 encuestados afirma no haberse atrevido a realizar un cambio relevante en su vida pese a quererlo. Los motivos económicos son los que más pesan como barrera (48,6%) seguido de familiares (38,1%) y emocionales (27,9%).