Con el inicio de la cuenta atrás del próximo Black Friday, muchos son los retailers que aprovecharán esta campaña para impulsar sus ventas y compensar las posibles pérdidas obtenidas a raíz del confinamiento decretado en marzo como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Una campaña que anima cada año a más minoristas, que ven cómo sus ingresos aumentan más que en época navideña.
Es una de las principales conclusiones extraídas de la segunda edición del Estudio CEL sobre la Logística del Ecommerce, elaborado por el Centro Español de Logística (CEL), en colaboración con la consultora Everis y con el apoyo del Ayuntamiento de Coslada.
Según el estudio, un 31% de retailers señala que la campaña que genera un mayor volumen de actividad es el Black Friday. Supera por primera vez a la Navidad, con un 27% de minoristas que indican esta como la época que mayores ingresos les reporta. Ambas campañas, junto con las del Día de la Madre, el Día del Padre, San Valentín, el Día del Soltero y Cyber Monday, son rentables, opinión que comparte un 62% de retailers.
En relación a los resultados obtenidos, un 49% de estas campañas han propiciado un crecimiento de la demanda de más del 50%, lo que demuestra que “las campañas no son oportunistas, sino que están bien pensadas y persiguen objetivos ambiciosos”, ha explicado Manuel Yagüe, director ejecutivo de operaciones en Everis, durante la presentación del estudio.
Este incremento de la demanda origina retos para los propios operadores logísticos, los cuales afrontan, en concreto, retrasos en la entrega y falta de personal. Sobre este último aspecto, el informe recoge que un 59% de estas compañías incrementa su plantilla en más de un 10% durante los periodos de campaña, lo que da lugar a “empresas logísticas como empresas acordeón”, en palabras de Yagüe.
La pandemia podría duplicar los pedidos con entrega física
La situación extraordinaria vivida este año por la COVID-19 ha obligado a los investigadores a dedicar un apartado especial a la crisis sanitaria para observar cómo ha afectado esta a la actividad de retailers y operadores logísticos.
Desde el punto de vista del primero, los problemas a los que debieron hacer frente fueron la rotura del stock y los problemas de abastecimiento (19%), la rotación de productos (14%) y el incremento de pedidos por encima de la capacidad de respuesta (13%).
El cierre forzado de las tiendas físicas en sectores no considerados esenciales auspició, asimismo, el incremento de las ventas ecommerce con entrega física. Estas, que en 2019, supusieron el 30% del total, se espera que para este año se dupliquen. Aunque, según ha recordado Yagüe, “habrá que ver si se normaliza cuando acabe la crisis”.
De igual modo, se espera que el volumen de ingresos de ecommerce en España caiga este año por primera vez, después de haber caminado en verde los últimos años. Con una facturación de 41.000 millones de euros en 2019 – un 2,7% del PIB-, la caída de las ventas en los verticales de Viajes, Billetes y Hoteles – tradicionalmente, las categorías con más ingresos-, reportará un valor conjunto inferior a lo obtenido un año antes.