La penetración de Internet en los hogares españoles ha traído consigo no sólo que éstos tengan acceso a más información. También, la posibilidad de ahorrar tiempo. En concreto, la digitalización ha propiciado que, de media, un usuario que compre por internet ahorre 14 horas al mes en tiempos de desplazamiento y espera.
Lo ha contabilizado la Asociación Española para la Digitalización, DigitalES, en colaboración con Deloitte, en el informe ‘El impacto de la digitalización en España’. Gracias a internet, el tiempo que los usuarios dedican a esperas, desplazamientos y tareas repetitivas ha dejado un espacio cada vez mayor al tiempo libre, que se calcula en 24 horas más al mes.
La adquisición de artículos por la Red en, sobre todo, marketplaces, ha permitido al 42% de los usuarios ahorrar un total de 14 horas al mes. Mientras que, para la tarea de buscar información sobre un determinado asunto, las búsquedas en línea suponen para los mismos un ahorro de cuatro horas diarias, en comparación con los métodos tradicionales como la consulta en bibliotecas o enciclopedias.
A esas 18 horas de tiempo libre se suman las cuatro que obtienen aquellos que trabajan desde casa. Según el informe, una persona que teletrabaje un día a la semana puede ahorrar cuatro horas al mes en desplazamientos a su lugar de trabajo. En España, en 2018, el número de ocupados que se acogieron a esta modalidad se cifró en 1,5 millones de personas, un 20% más que en 2016.
Más tiempo para el ocio
El estudio también recoge el tiempo dedicado al entretenimiento, potenciado por la mejora de la conectividad móvil. De acuerdo con éste, más del 60% de los adultos conectados en España ya ven películas, series y programas de televisión a través de aplicaciones. Y dedican a ello, de media, más de 10 horas a la semana.
La digitalización también ha propiciado el auge de los videojuegos en línea. En 2018, los españoles dedicaron una media de 6,2 horas a la semana a jugar con videojuegos. Y los eSports reunieron una audiencia de 6,9 millones de personas, lo que sitúa a España como el octavo país con más seguidores de los deportes electrónicos.