A medida que la crisis sanitaria de la COVID-19 redefine cómo funcionan la economía y la sociedad, el ingenio humano ha desencadenado una ola de innovación que se convertirá en el modelo a seguir en las próximas décadas.
Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del informe Fjord Trends 2021, elaborado por la red de diseñadores y creativos de Accenture Interactive, y en el que se señalan los nuevos territorios que podrán definir las organizaciones en este tiempo, a medida que adoptan nuevas estrategias, servicios y experiencias con las que responder a las nuevas necesidades de la sociedad.
“A lo largo de la historia, siempre que ha habido una crisis global, después se ha iniciado una nueva era de pensamiento”, ha explicado Héctor Ibarra, managing director de Fjord en España. “Si miramos hacia el futuro, se abren ante nosotros una gran cantidad de mundos potenciales, la mayoría de ellos inexplorados. Lo que hagamos ahora definirá el resto del siglo, por eso, las empresas tienen que empezar a pensar y actuar ya de manera diferente”.
Según el informe, la pandemia ha puesto en relieve lo que es importante para la gente e inspirado un espíritu comunitario e innovador en el hogar. En consecuencia, ha surgido un nuevo conjunto de desafíos para las empresas que van desde cómo responder desde las perspectivas operativa y de comunicación, a cómo satisfacer las expectativas de los consumidores, que cambian constantemente, hasta cómo ampliar su empatía, todo ello mientras se lucha por la supervivencia en una economía precaria.
Tendencias en las que centrar la innovación
El informe examina siete tendencias emergentes que se espera que den forma a los negocios, al comportamiento del consumidor y a la sociedad:
- Desplazamiento colectivo: la forma en que trabajamos, compramos, aprendemos, socializamos o cuidamos nuestra salud ha cambiado para muchos de nosotros. Las marcas necesitan buscar nuevas formas de ofrecer nuevas experiencias para interactuar con la gente.
- Innovación doméstica: la tecnología juega un nuevo papel como facilitador de la creatividad de las personas y, en consecuencia, están sobresaliendo. Todo el mundo quiere mejores soluciones, pero la era en la que se esperaba de una marca que creara una solución totalmente acabada está convirtiéndose en la que las marcas están creando las condiciones para la innovación personal
- De qué están hechos los mejores equipos: a pesar de la promesa de una vacunación generalizada en el horizonte, se ha producido un cambio permanente en la relación entre las personas y su trabajo y entre los empleadores y sus equipos. El futuro del trabajo no está claro todavía. Más bien para que estamos entrando en una era que definirá el futuro del trabajo.
- Infraestructura líquida: debido a que la forma en que las personas adquieren productos y se comprometen con los servicios ha cambiado, las organizaciones han tenido que replantearse la cadena de suministro y el uso de todos sus activos físicos y centrarse en los diferentes puntos de disfrute. Esto requiere que las empresas inyecten agilidad y resiliencia en sus cadenas de suministro para que se puedan adaptar al cambio con rapidez.
- Pasión por la interacción: la gente pasa más tiempo interactuando con el mundo a través de las pantallas y, como resultado, han notado una cierta uniformidad en sus experiencias digitales a causa del diseño de las herramientas digitales. Las organizaciones deben reconsiderar el diseño, el contenido, la audiencia y la interacción de esos factores para dar un toque de emoción y alegría a las experiencias en pantalla.
- El reto de la empatía: la pandemia ha puesto en evidencia muchos sistemas desiguales en el mundo, que van desde el acceso a la atención sanitaria hasta la igualdad. Como resultado, las empresas deben trabajar duro para manejar las narrativas que dan forma a sus marcas, priorizando los temas que más les importan y construyendo sus comportamientos alrededor de esos temas.
- Rituales redescubiertos: esta tendencia analiza la oportunidad que tienen las empresas de ayudar a las personas a buscar un nuevo sentido en nuevos rituales que les aporten alegría y confort. Comienza con la comprensión del vacío dejado por un ritual perdido y diseñando algo nuevo para que ocupe su lugar.