Son más baratos aunque sean menos innovadores. Este es el principal argumento defendido por ese 49,5% de españoles que se muestran partidarios de las marcas blancas. Entre los más convencidos de la calidad de dichos productos se encuentran los hombres, los jóvenes de entre 18 y 24 años, y los habitantes de Andalucía y de poblaciones de menos de 5.000 habitantes.
Aunque el 58% de los encuestados admite que las innovaciones las realizan las marcas del fabricante, el 53,1% (58,6% entre los más jóvenes) considera que la calidad de los productos de marca blanca es equiparable a la de las primeras.
Le encuesta refleja el asentamiento de nuevos hábitos ya detectados anteriormente en la compra familiar. Así, el 60,4% de los encuestados reconoce que ahora compra más pensando en el precio que en otras variables. Ese porcentaje alcanza la cifra del 64,8% entre los consumidores más jóvenes (18-24 años).
