Por eso, ofreció las claves para que los jefes neandertales pasen a ser cromañones, entre ellas, voluntad real para hacer equipo, ser más humanos, pasar de la ira al autocontrol, de oír a escuchar o de la injusticia a la equidad.
P. ¿Qué fórmulas deben seguirse en las empresas para reclutar talentos?
R. La atracción de talento (clientes internos) no es muy diferente de la atracción de clientes externos. Por ello, el marketing tiene mucho que enseñar a las compañías en esta cuestión: en publicidad y relaciones públicas, en generar marca como empleador, en acudir a las fuentes de talento, en marcar la diferencia.
P. En la atracción de talentos, ¿qué papel desempeña el marketing?
R. El marketing y la gestión del talento convergen, porque talento es poner en valor lo que uno sabe, quiere y puede hacer, y porque vivimos en un mundo en el que el talento es más escaso que el capital. Los especialistas en marketing tienen mucho que enseñar a la alta dirección sobre la atracción, fidelización y desarrollo del talento y viceversa (Javier Rovira, profesor de ESIC, definió marca como “un concepto para categorizar percepciones”). Estamos en los inicios del marketing del talento.
P. ¿Está España rezagada con respecto a los países europeos en la captación de talentos?
R. España debe mejorar mucho, porque en calidad directiva estamos en el lugar 26 (imperdonable para la octava potencia económica del mundo). Tenemos carencias en movilidad geográfica y somos poco valientes a la hora de cambiar de compañía. A escala internacional, nuestras empresas han de ser más atractivas para la clase creativa proveniente de otros países.
