Valladolid fue el epicentro de la octava edición de las Jornadas de Producción de Cine Publicitario organizadas por la Asociación de Productoras de Cine Publicitario (APCP). Un encuentro diferente. Videollamadas y vídeos en streaming han sustituido a las mesas redondas o ponencias presenciales. La pandemia ha presentado un certamen virtual, celebrado los días 11 y 12 de noviembre.
Inclusión y diversidad racial en la publicidad española, adaptación tecnológica, diferentes formatos, la cultura del cine en España, nivel de producción en nuestro país o localizaciones de los rodajes, han sido los principales temas de los debates de las dos jornadas de APCP. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el presidente de APCP, Albert Soler, fueron los responsables del acto inaugural.
Nace una plataforma de denuncias
El presidente de APCP anunció que la Asociación va a crear una plataforma para denunciar temas de inclusión y diversidad racial en publicidad, que estará activa a lo largo de todo el año. Iniciativa necesaria indicaron los participantes al debate virtual: Daniel Rodríguez, director creativo ejecutivo en DDB España; Zico Judge, productor ejecutivo en Blur; Sol Bela, fotógrafa, comunicadora y afroactivista; Johann Wald, comunicador y productor en Radio Primavera Sound y Santiago Zannou, director de cine. “No somos conscientes de nuestra responsabilidad a la hora de crear arquetipos. No nos hemos sentado a hablar de forma seria, estamos lejos de llegar a ese punto”, indicó Daniel Rodríguez, y añadió que se necesitan medidas desde arriba. “Cuando un anunciante proponga una situación racista que éste sienta reparo a la hora de hacerlo y que esa acción tenga consecuencias. Aquí no hay miedo, no hay riesgo, y eso hay que quitarlo de raíz”, ha señalado.
Santiago Zannou habló del clasismo en la profesión y de la necesidad de eliminar la no inclusión en la creatividad, “considero que existe desconocimiento y, en consecuencia, nos perdemos una oportunidad de hacer trabajos más interesantes. No he visto un director de foto, sonidista, editor, creativo o productor no blanco, tiene que existir ese compromiso. La industria tiene la responsabilidad de esa visibilidad”. Sin llegar a la tendencia de marketing ético, “ahora todas las marcas tienen que salir al mercado con una causa. Este modo multi tono pastel está en el resto del mundo. En España, vamos más atrasados”, ha indicado Johann Wald.
Educar la cultura
Esta primera jornada también contó con la participación del director de la nominada a los Óscar, La trinchera infinita, José Mari Goenaga, que estuvo acompañado por el publicista, fundador y socio de la consultora Alegre Roca, Toni Segarra. En esta mesa hablaron del perjuicio existente hacia el cine nacional. “En Francia, el cine y la cultura se lo toman de una forma más seria. Hacen tour, desde la ciudad más grande hasta el pueblo perdido, en el momento de presentar un estreno. En España, se ha tendido a politizar más la industria. Creo que es cuestión de educar la vista de las personas, no puede surgir de la nada”, ha comentado Goneaga.
En publicidad, también existían perjuicios. «En los años 80 y 90, se contrataban actores ingleses y norteamericanos para los anuncios, no hemos reeducados”, explicó Toni Segarra, quien ha indicado que este sector ha evolucionado desde la llegada de Internet, “la publicidad era lo que salía en televisión, hasta el punto de que los festivales sólo tenían una categoría. Hemos vivido muchos años de esos formatos televisivos, de 20 o 30 segundos, hasta la llegada de Internet, cuando empezó todo a fragmentarse. Estamos en un mundo más segmentado y se nos ha abierto el panorama”.
La importancia de la creatividad
En la segunda jornada, celebrada el 12 de noviembre, ha tenido lugar la mesa redonda “Hablemos de creatividad y ejecución”, donde se ha debatido sobre cómo ven los creativos el nivel de producción en España y cómo ven los productores el nivel de creatividad. «Desde las agencias tenemos retomar el control, gestionar las expectativas y utilizar el talento, como la incógnita, que resuelve la ecuación» ha señalado Germán Silva, founder y CEO de Pink Lab.
Todos los ponentes han coincidio en la gran capacidad de adaptación y reacción del sector. Néstor García, director creativo ejecutivo en Lola MullenLowe, ha señalado: «el COVID-19 nos ha puesto delante de las narices un problema enorme y todos hemos entendido el riesgo: nos quedamos sin trabajo. Esta contundencia nos ha llevado a actuar de una manera rápida y alienada, el mayor aprendizaje que de todo este horrible proceso. Como industria hemos sabido definir el problema y unirnos».
Y en momentos así, que no hay dinero ni tiempo, la creatividad es lo que vale. «Y en España tenemos ADN creativo», ha añadido Pilar de Giles, directora creativa en Proximity.
Pérdida de personalidad
En una segunda mesa redonda, Nacho Gayán (Agosto), Diana Kunst (Blur) y Pablo Maestres (Primo) han compartido su experiencia internacional como directores. «Se trata de abrir tu abanico de posibilidades, no de trabajar fuera o dentro. Tienes más mercados, te entran más guiones y puedes elegir», ha afirmado Gayán.
Gracias a internet, la democratización de las herramientas y la globalización, trabajar fuera es mucho más sencillo. Pero esto también tiene su parte negativa. Los creativos han coincidio en que en ocasiones la globalización se traduce en una expansión de tendencias y pérdida de personalidad. Cuesta encontrar voces únicas. «Todo el mundo mira lo mismo, o una parte de lo mismo», han señalado. Así lo ha manifestado Diana Kunst: «Las referencias se acaban copiando. Las referencias son referencias y sólo deben servir como inspiración, pero a veces es un ‘quiero esta foto’ y todo se vuelve lo mismo».
El último panel ha estado dedicado a la localización y a cómo de diferente es buscar ubicaciones y rodar en escenarios para la ficción y para la publicidad. «La gran diferencia ese el tiempo», ha señalado Nuria Santiago, añadiendo que «la publicidad y la ficción tienen tiempos totalmente diferentes. En publicidad tenemos que tener experiencia y un gran archivo para poder resolver en muy poco tiempo». Por su parte, Jaume Jordana ha querido matizar que al final “localizar es localizar» y que cada vez «poner fronteras en el campo audioviusal es más complicado y cada vez hay menos límites».