Payasos, brujas y coches disfrazados. Así se adapta Burger King a un Halloween pandémico

La marca de restauración, conocida por el toque de humor de sus campañas de marketing y publicidad, afronta un Halloween excepcional, como consecuencia de la crisis sanitaria. Algo que, lejos de frenarle, le ha animado a impulsar campañas en distintos mercados adaptadas al momento.

Desde que saltara al estrellato de las campañas de publicidad de Halloween con Scary Clown Night en 2017, Burger King ha aprovechado la celebración anglosajona para estrechar la relación con sus consumidores más fieles mediante uno de los atributos más característicos de la marca: el humor. 

Este año, las medidas de restricción social originadas por la pandemia de coronavirus obligan a celebrar la festividad de forma distinta. Y, sin desear perder ese toque de humor, la cadena de restauración ha planteado nuevas promociones en diversos países, adaptadas a la situación de crisis sanitaria actual. 

El ejemplo más cercano, por geografía, lo encontramos en Francia. Allí, la compañía ha confiado en la agencia española David para animar a los consumidores a realizar el llamado ‘Truco o Trato’ de forma segura. Basta con que se acerquen en coche a algún restaurante con servicio drive-thru y asustar al empleado de ventanilla para recibir un 20% de descuento en su pedido. 

Lo peculiar de la campaña no es el hecho de asustar al empleado en sí, sin embargo. Más bien, disfrazar al vehículo y conseguir que este salte del susto. 

“A pesar del contexto, Halloween siempre será una fiesta para los niños y sus padres. Con Whoppeuuur Drive, estamos ofreciendo a las familias una alternativa divertida, creativa y responsable a hacer Truco o Trato este año”, explica Constance de Vasselot, group marketing manager de Burger King

Visita en escoba y a restaurantes fantasma

La seguridad también ha impulsado la acción planteada en Brasil. En uno de los países más castigados por la crisis sanitaria, la cadena de restaurantes aprovecha, de igual modo, su servicio de recogida en vehículo para animar a los clientes a visitar sus restaurantes y conseguir una whopper gratis. Para ello, son requisitos indispensables llevar mascarilla y llegar ‘volando en escoba’, un medio de transporte que garantiza el respeto a  la distancia de seguridad. 

En Estados Unidos, los clientes fieles a la marca que se animen pueden visitar los restaurantes fantasma, que según la compañía, cerraron porque “nunca asaron a la parrilla”. La campaña, idea de LOLA Mullenlowe, sitúa el foco en cinco restaurantes abandonados de Wendy’s y McDonald’s – dos grandes competidores de la cadena en el país norteamericano-, situados en Houston (Texas), Dayton (Ohio), Birmingham (Alabama), McHenry (Illinois) y Johnston (Rhode Island). Aquellos clientes que visiten tales localidades, obtendrán cupones para conseguir, como en Brasil, una hamburguesa whopper gratuita. 

Susto en el espejo

Aunque quizás, la experiencia más aterradora que ofrece Burger King en Halloween este año es la que desde hace unos días viven los visitantes de ciertos restaurantes, ubicados en Suecia y Dinamarca. 

Allí, los clientes que se atrevan a repetir tres veces cancelled clown (payaso expulsado, en español), experimentarán el terror al ser sorprendidos con la imagen de Ronald McDonald’s en el espejo. Una idea de la agencia Ingo Estocolmo, inspirada en la leyenda de Bloody Mary

Inspirador de campañas

La popularidad en Halloween de la cadena de restaurantes y el humor que se ha asociado a su firma ha incentivado, de igual modo, a que un ajeno a la compañía se haya lanzado con una campaña de publicidad para estas fechas. 

Se trata del director de cine húngaro Daniel Kontur, que navegando por la página Specbank.com, dio con el guión de lo que podría ser un anuncio para una compañía de restauración, donde se contaba la historia de un catador de alimentos al servicio de un general que acaba fingiendo su muerte para quedarse con el whopper ofrecido a su superior. 

Kontur, deseoso de probarse a sí mismo como director de spots televisivos, decidió recrear lo narrado en el libreto y situar de anunciante a Burger King. Una marca grande y conocida en Europa, además de “valiente”, en palabras de Kontur, que lo hacían idónea para protagonizar la pieza.