En teoría mi vida transcurre en el silencio y, sin embargo, ahora mismo escribo mi colaboración mientras dura el intermedio de un partido del Eurobasket, mi e-mail funciona, mi teléfono móvil descansa de la semana a un par de palmos del PC y hasta me puede llegar un fax urgente con alguna oferta absurda.
Cuando el 10 de Abril de 2010 (creo) se apague la señal analógica yo estaré muerto para los planificadores de publicidad. De nada servirá que siga activo, que navegue por la Red y que de vez en cuando demuestre mi vitalidad comprando algo.
Las marcas llorarán por mí, los planificadores se olvidarán de que un día habitaba los electrónicos campos del Excel donde se siembran las cruces y sin embargo esperaré feliz el reencuentro con las cruces en multitud de otros ambientes: en eventos, conciertos, centros comerciales, brillantes acciones de marketing directo y en otros medios, disfrutando de servicios nuevos e intercambios justos.
Estaré más vivo que nunca, pues habré escapado de la posible tortura de Belén Esteban en cualquier canal de TV. Larga vida a los muertos. (Turquía-Grecia, empate a 29).