Los tiempos cambian cada vez más deprisa, y el sistema educativo debe adaptarse en consecuencia para poder ofrecer a las nuevas generaciones toda la información que necesitan para abrirse camino en el mundo. Esta es una máxima que sirve para cualquier ámbito de nuestra vida, pero lo cierto es que resulta especialmente relevante si nos referimos al ámbito digital, que evoluciona mucho más rápidamente que otros.
Mientras que las matemáticas que hemos aprendido en el instituto son esencialmente las mismas ahora que hace 50 años, en el ámbito digital los conocimientos de hace 10 años ya están bastante obsoletos, sobre todo en lo referente a la ciberseguridad, porque los riesgos que corremos al navegar por internet son mayores y más diversos cada día. Por eso es esencial implementar un mayor énfasis formativo en el ámbito de la ciberseguridad, tanto a nivel empresarial como a nivel escolar: y cuanto antes se realice, mejor.
Para bien o para mal, el ámbito digital se impone
Nos guste o no, cada día son más las actividades que realizamos a través de la red. Desde las transacciones bancarias online hasta nuestro entretenimiento en redes sociales o plataformas de streaming, pasando por todo tipo de trámites digitales, son raros los entornos donde el ámbito digital no está presente. Esto tiene muchas ventajas y nos permite agilizar contextos como el educativo, el financiero o incluso el social, y en consecuencia nos hemos acostumbrado a gestionar una cantidad cada vez mayor de cuentas online.
Sin embargo, el proceso de acumular cuentas y gestiones digitales ha ido creciendo de manera tan sutil que muchas personas continúan omitiendo pasos fundamentales para su ciberseguridad, como proteger sus cuentas adecuadamente con contraseñas robustas, navegar de manera privada con una VPN, o dedicar el tiempo necesario a garantizar que sus dispositivos se encuentran 100% libres de malware. Y aquí es donde radica el problema.
Las ciberamenazas son cada vez mayores
Debido, entre otros factores, al enorme crecimiento de las operaciones financieras y las compras online, el número de ciberataques que tiene lugar en todo el mundo está creciendo de forma exponencial año tras año, y se ha acentuado especialmente a partir de 2020, coincidiendo con el auge del teletrabajo, las transacciones digitales y las criptomonedas. Miles de instituciones públicas y millones de usuarios particulares han sido objeto de hackeos con un coste de miles de millones de dólares en pérdidas, y estas cifras no dejan de aumentar.
Ante este panorama, una formación adecuada en materia de seguridad digital puede resultar clave, sobre todo si se realiza de manera temprana. A los conocimientos básicos que se imparten en las escuelas sobre ofimática o informática de consumo, se hace necesario entonces sumar una formación que conciencie a los estudiantes en el ámbito de la ciberseguridad para ayudarles a comprender los riesgos que presenta internet, entender el funcionamiento de los diferentes ciberataques, y proteger de manera más adecuada sus datos online.
Medidas de seguridad que debemos adoptar
No es posible garantizar al 100% la seguridad en internet porque las amenazas se renuevan día tras día, pero hay toda una serie de medidas que podemos adoptar para elevar considerablemente nuestro nivel de protección en la red. Algunas de ellas son:
- El uso de antivirus. Los antivirus suelen ser la herramienta de ciberseguridad que primero nos viene a la mente, en parte debido a que tienen una larga trayectoria desde la distribución de las primeras suites antivirus de uso personal hace 30 años. Siguen siendo igual de vigentes hoy en día, porque los virus informáticos continúan siendo una amenaza para todos nuestros dispositivos.
- La navegación cifrada. El uso de VPNs se está popularizando cada vez más en los últimos años, hasta el punto de que con frecuencia se instalan de manera conjunta con nuestro software anti-malware. Estas herramientas garantizan que la información que intercambiamos a través de internet se mantenga protegida frente a las miradas indiscretas, y nos permiten navegar de manera privada online.
- Las contraseñas seguras. El uso de contraseñas adecuadas para proteger nuestras cuentas digitales tiene una importancia cada vez mayor, ya que una contraseña vulnerable puede dejar expuestos los datos privados o bancarios de las cuentas que se supone que debe proteger.
- La 2FA. Los sistemas 2FA, o de verificación en dos pasos, suponen una de las mejores herramientas para proteger cualquier cuenta online, ya que garantizan que solo sea posible acceder a ellas si se cuenta con una segunda clave para garantizar nuestra correcta identificación, cerrando así las puertas a la mayoría de ciberataques.
- La prudencia online. Por último, es fundamental tener presente que toda la información que compartimos en internet es información que dejamos de controlar. Esto es algo que conviene explicar con especial énfasis a las personas más jóvenes, que han crecido en un entorno digital y tienen demasiado normalizado el hábito de compartir en exceso sus datos privados.