Pep+. PespsiCo anuncia su proyecto más sostenible

Pep+ es la transformación integral y sostenible de PepsiCo

Aerial view on agricultural landscape in spring. A farmer with his machine is driving on a wheat field. Captured with a drone in southern Germany.

PepsiCo ha mostrado su lado más  ecológico con el lanzamiento de pep+ (PepsiCo Positivo), una estrategia integral de negocio con la sostenibilidad en el centro. Transformará tanto el abastecimiento de ingredientes como  la fabricación y venta de sus productos para conseguir un cambio positivo en el planeta y en las personas.

Pep+ se ha establecido en torno a tres pilares fundamentales. El primero de ellos es la agricultura positiva, es decir, extender el uso de prácticas regenerativas que restauren la tierra en una superficie aproximada de 3 millones de hectáreas. Además de asegurar el cultivo sostenible de sus ingredientes.

El segundo pilar es la cadena de valor positiva. Pep+ quiere contribuir a construir una cadena de valor circular e inclusivo a través de acciones. PepsiCo ha conseguido eliminar el 74% de su plástico con acciones como integrar botellas con plástico 100% reciclado o no utilizar anillas de plástico en las latas.

El tercer y último pilar es crear una marca positiva a través de unos productos que sean mejores para el planeta y las personas. Reducir la cantidad de azúcares añadidos y sal, apostar por los nuevos modelos de negocio, como no utilizar envases de un solo uso o unirse a la Fundation Earth para valorar medioambientalmente varios productos.

Pep+ es el futuro de PepsiCo. “Pep+ cambiará nuestras marcas y su forma de ganar en el mercado”, afirma Ramón Laguarta, presidente y consejero delegado de PepsiCo. Este cambio, se apoyará también en los consumidores, con los que la marca interactúa de manera directa y asidua, para que se impliquen y comprometan con el medio ambiente.

“Esta es una gran transformación para nuestro negocio y lo correcto para nuestro planeta y para las personas al mismo tiempo” declara Narcís Rouse, director general de PepsiCo en el Suroeste de Europa. Es una inversión que, además, debe contar con la colaboración de los gobiernos y otras partes interesadas para aligerar las infraestructuras, concluye Rouse.