Una nueva alianza sostenible. PepsiCo ha cerrado un acuerdo de compraventa de energía verde (PPA, Power Purchase Agreement) de largo plazo con Iberdrola, que entrará en vigor el 1 de enero de 2023. Esta iniciativa, que se enmarca dentro de la estrategia PepsiCo Positive, permitirá mejorar la calidad y la trazabilidad de la energía y asegurar el suministro ‘green’.
Iberdrola abastecerá con energía eólica a 11 instalaciones de la compañía (10 en España y una en Portugal), destacando las plantas de producción de bebidas en Álava; snacks, en Burgos y gazpacho Alvalle, en Murcia y otra de snacks también en Carregado (Portugal). Esta alianza también incluye los dos centros logísticos de Burgos y Valencia, además de las delegaciones comerciales en Vitoria, Pamplona, Palma de Mallorca, y oficinas de Vitoria y Barcelona.
La energía renovable suministrada procederá de la planta fotovoltaica Francisco Pizarro que Iberdrola está desarrollando entre los municipios extremeños de Torrecillas de la Tiesa y Aldeacentenera, en Cáceres. Tiene capacidad de 590 megavatios (MW), lo que la convierte en la mayor fotovoltaica de Europa, con capacidad de abastecer a 334.000 hogares al año.
“Los acuerdos de compraventa de energía verde a largo plazo abren muchas oportunidades para el desarrollo de proyectos renovables que permitan acelerar la transición energética para reducir la dependencia de los combustibles fósiles”, detalla el director de grandes clientes y soluciones industriales de Iberdrola, Sergio Hernández de Deza.
Proyecto PepsiCo Positive
Esta alianza se enmarca dentro de la estrategia de sostenibilidad de la multinacional, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En concreto, reducir más de un 40% en 2030 y llegar a las cero emisiones netas en 2040.
En concreto, PepsiCo planea reducir sus emisiones GEI en sus operaciones directas en un 75% y en sus operaciones indirectas en un 40% para 2030. Se espera que esta acción, en su conjunto, contribuya a reducir en más de 26 millones de toneladas métricas las emisiones de GEI, el equivalente a eliminar más de cinco millones de coches de las carreteras durante un año.
Por su parte, Iberdrola apostó hace 20 años por una estrategia de crecimiento sostenible basada en la electrificación. La compañía tiene previsto invertir 150.000 millones de euros hasta 2030 en energías renovables, redes eléctricas y almacenamiento energético.