Nueva multa europea a Google por abuso de posición en adtech

La sanción asciende a 2.950 millones de euros, la segunda mayor en un caso de competencia en la Unión Europea.

La Comisión Europea ha impuesto una multa de 2.950 millones de euros a Google por abuso de posición en el mercado de tecnología publicitaria (adtech). Según el Ejecutivo comunitario, la compañía habría favorecido sus propios servicios en perjuicio de proveedores competidores que también trabajan con anunciantes y editores, con prácticas activas al menos desde 2014 y hasta la actualidad.

Además de la sanción económica —la segunda mayor en un caso de competencia en la UE—, Bruselas ordena a Google cesar de inmediato estas conductas y adoptar medidas para evitar conflictos de interés a lo largo de la cadena de suministro publicitario. 

La compañía dispone de 60 días para informar cómo cumplirá con la decisión; posteriormente, los servicios de la Comisión evaluarán si las propuestas correctoras son suficientes. Aunque esperará a conocer las soluciones, la Comisión adelanta que solo una desinversión en parte de los servicios de Google “abordaría” los problemas detectados.

Google ha avanzado que recurrirá la resolución. En su comunicación, sitúa el importe de la multa en 2.590 millones de euros.

“El fallo muestra que Google abusó de su posición dominante en la publicidad digital, perjudicando a editores, anunciantes y consumidores. Es un comportamiento ilegal de acuerdo con las normas antimonopolio de la UE”, señaló la vicepresidenta de la Comisión responsable de Competencia en un comunicado. También advirtió que la empresa debe presentar “una solución seria para abordar sus conflictos de interés” y que, de no hacerlo, el Ejecutivo “no dudará en imponer fuertes medidas”.

El caso se remonta a hace cuatro años, cuando la Comisión abrió una investigación en profundidad ante sospechas de prácticas ilegales. En el inicio del expediente, el Ejecutivo recordó que numerosos editores financian sus contenidos gratuitos con publicidad online y que, solo en la UE, en 2019 se invirtieron 20.000 millones de euros en este mercado.

Entre las conductas analizadas figuran la obligación de usar DV360 o Google Ads para comprar inventario en YouTube; el uso de Google Ad Manager para servir anuncios en ese canal; la ventaja otorgada al intercambio publicitario Ad Exchange, propiedad de Google; y las restricciones de acceso para competidores a datos con valor comercial sobre el comportamiento de los usuarios.