Los investigadores Antoni Roig, Judith Clares y Jordi Sánchez, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han realizado un estudio que analiza los distintos sistemas y planificaciones que ha seguido la plataforma de entretenimiento estadounidense en los últimos años en relación con sus largometrajes originales, y que le han llevado a convertirse en el número uno del sector de la distribución de contenidos audiovisuales bajo demanda.
‘’Netflix ha elaborado una estrategia mucho más diversa y global de lo que inicialmente aparentaba en los estrenos de sus producciones originales’’, explica Antoni Roig, investigador del grupo Mediaccions, de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, y autor principal de este estudio.
‘’La producción propia es esencial para poder ofrecer contenido novedoso y original a sus suscriptores en la lucha por mantenerse como líder del sector y diferenciarse del resto de plataformas de visionado bajo demanda y streaming’’, dice Judith Clares, investigadora del grupo GAME, de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, y una de las autoras de esta investigación.
Dentro de la estrategia de Netflix, se encuentra el objetivo de buscar reconocimiento de la industria cinematográfica para legitimar sus producciones audiovisuales como piezas culturales de calidad y no solo de consumo rápido. Así, una de las estrategias adoptadas por la plataforma es participar en festivales internacionales de cine y producir películas de directores prestigiosos.
Esta estrategia surtió efecto en la película ‘Roma’, dirigida por el cineasta mexicano Alfonso Cuarón y producida por Netflix. El largometraje ganó tres estatuillas en la gala de los Óscar de 2019, entre ellas el galardón a mejor película de habla no inglesa y mejor dirección. ‘’Esta plataforma, aparentemente, está muy dirigida a la producción o cine comercial, pero también ha ido invirtiendo en este tipo de productos más especializados y de mayor relevancia cultural’’, apunta Roig.
Netflix ha aumentado su inversión en la producción y la distribución de películas originales para ofrecer largometrajes inéditos para diferenciarse de otras plataformas del sector. También ha estrenado películas online antes que en el cine. ‘’Estas empresas buscan el modo de reinventarse y poder tener contenido nuevo para que sus usuarios puedan disfrutarlo antes incluso de pasar por las salas de cine’’, explica Clares.
Aumento del número de producciones
Netflix ha pasado de estrenar dos películas en inglés como idioma principal en 2015 a lanzar más de setenta largometrajes en una decena de idiomas tan solo tres años después.
Ha conseguido incrementar el número de producciones en francés o español, ‘’Las películas de habla no inglesa, aunque minoritarias, son cada vez más significativas, y en 2018 ya representaban el 35 % del total. No solo se da visibilidad a las producciones más taquilleras y populares a escala global, sino también a producciones locales que ayudan a Netflix a presentarse como una marca global-local, o como una marca transnacional’’, aseguran los autores del estudio.
Éxito internacional
‘’Las plataformas de visionado bajo demanda permiten que este tipo de largometrajes se expongan casi simultáneamente en todo el mundo, por lo que el impacto mediático es mayor, favorecido también por el uso de las redes sociales’’, recalca Clares.
Además, gracias a la distribución ofrecida por plataformas como esta, los riesgos de las producciones locales son menores y están en constante evolución como es la industria cinematográfica. ‘’Este tipo de plataformas actúan como una red de seguridad para producciones de diferentes géneros, idiomas, audiencias y mercados geográficos que podrían tener dificultades en un entorno potencialmente hostil afectado por una profunda crisis, concluyen los investigadores.
La estrategia de Netflix combina grandes producciones que son éxitos taquilleros dirigidos a un público masivo y producciones dirigidas a públicos especializados, como el cine de culto, o el cine de terror.