Palmsy, la metadona para los adictos a las redes sociales

Una nueva “red social” donde nadie verá todo lo que publiques pero podrás tener todos los me gustas que quieras.

TEXTO CELIA BLANCH, STRATEGIC PLANNER EN MANIFIESTO

Podría ser el argumento de la segunda parte de Don’t Worry Darling, pero se trata de Palmsy, una red social donde puedes compartir todo lo que quieras, pero esa información nunca saldrá de tu teléfono. La cosa funciona así: una vez creas tu cuenta en Palmsy, la plataforma accede a tu lista de contactos y falsea las interacciones con tus publicaciones como si fuesen ellos, y por supuesto, tú sabes que esos likes son mentira.

Celia Blanch.

Vamos paso a paso: ¿por qué esta red social, que a priori puede resultar poco útil o inofensiva, me genera sentimientos negativos? Porque en España, según el estudio ‘Nacer en la era digital. Generación IA’ de la plataforma de seguridad en red Qustodio, los menores de 18 años pasan casi veinticuatro días completos al año solo en TikTok, siendo el país desarrollado donde los menores pasan más tiempo en las redes sociales. Aunque falta investigación y evidencias científicas sobre la correlación existente entre los problemas de salud mental y el uso de las redes sociales, a pocos debería extrañar que el hecho de recibir feedback de forma constante, los comentarios y la posibilidad de poder estar conectado con otros las veinticuatro horas pueda tener repercusiones negativas en la salud mental de los más jóvenes (y los no tan jóvenes). Por eso está en marcha una demanda presentada el pasado octubre por los fiscales generales de 41 Estados de EEUU contra Meta que ha desarrollado productos diseñados, conscientemente, para enganchar a los usuarios más jóvenes. 

El problema se hace evidente cuando, según un estudio reciente de la Fundación FAD Juventud, un 23% de los jóvenes entre 15 y 29 años reconoce que tuvo ansiedad constante por recibir likes para autoafirmarse. Llegados a un punto, los más jóvenes tienen más interés por sus propias métricas que por sus relaciones con terceros. Aquí podríamos abrir el melón de que, en España, una de cada cuatro personas de 16 a 29 años se siente sola (25,5%), pero eso da para otro artículo. 

Volviendo a Palmsy: ¿Qué puede aportar una aplicación que fomenta la adicción a publicar en redes sociales, aún siendo consciente de que no va a ninguna parte y de que la dopamina que recibes en forma de likes es mentira? Las redes sociales no son precisamente buenas para nuestra salud mental, por lo que tal vez aplicaciones como Palmsy puedan proporcionar algo de alivio, en el caso de que no quieras dejar tu teléfono.

Analicemos esto: “Un consuelo, en caso de que no quieras dejar tu teléfono”. ¿Es Palmsy una especie de metadona para los adictos a las redes sociales? Podría comprar esa teoría si no creyese que nadie que se la pueda descargar vaya a reducir su tiempo de uso de otras redes para estar en esta. ¿De verdad con Palmsy dejarás de necesitar los likes reales de la gente o todo esto va de fomentar una dependencia más?Una adicción que supone dedicar más tiempo a una red social para interactuar “falsamente” contigo mismo y así supuestamente cubrir la dosis necesaria de dopamina y oxitocina. 

Definitivamente, y aunque falta mucha investigación, no se necesita un análisis científico-médico para entender que la adicción a las redes sociales no solo puede generar efectos psicosociales, sino que ya son una realidad. Bastará con preguntarte cuántas veces abres tus redes sociales hasta sin darte cuenta. ¿De verdad necesitamos una más, una especie de onanismo emocional, para interactuar solo contigo mismo? 

Como dice su creador, Pat Nakajima, en Threads: “¿Es útil? No, ¿Divertido? Puede ser”. 

¿Un éxito? Espero que no.