Medios estadounidenses se unen para demandar a Google y OpenAI

Empresas editoriales como Axel Springer o el New York Times forman una coalición para demandar a las empresas de IA generativa. En España, hay preocupación por la falta de atribución por parte de estas soluciones.

Apenas unos días después de conocer las conversaciones que estaba manteniendo Google con varios medios estadounidenses como Washington Post, Wall Street Journal o The New York Time para integrar la IA generativa en el desarrollo de la labor periodística, otro grupo de editores, entre los que también se encuentra el New York Times, han anunciado su asociación para presentar una demanda conjunta contra las compañías de IA generativa, como Google u OpenAI. 

Entre los medios de dicha coalición, se citan, además del propio Times, News Corp., Axel Springer y Dotdash Meredith, y su objetivo, informan, será demandar a empresas de IA generativa, como OpenAI o Google, por el uso de contenido periodístico para el entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial. 

En concreto, por cómo sus soluciones de IA generativa podrían afectar al tráfico de sus cabeceras digitales y cómo sus equipos habrían recogido y usado datos de sus webs para entrenar sus chatbots sin proporcionar enlaces o atribución a dichas fuentes. 

Según recuerdan desde Insider Intelligence, de salir adelante sería uno de los mayores retos legales a los que se enfrentarían estas compañías, que desde hace poco miran cómo pueden ayudar a los editores con sus herramientas de IA generativa. 

Hace unos días se supo que Google estaba presentando a varios ‘publishers’ estadounidenses su proyecto Génesis para la incorporación de un Bard hecho a medida de la labor periodística, sin objetivo de perjudicar la figura del periodista. Mientras que OpenAI informó de un acuerdo alcanzado con Associated Press (AP) para el acceso del historial de noticias de la agencia a cambio del uso de herramientas como ChatGPT por parte de esta última. 

Preocupación en el sector nacional

En España, aunque fuentes del sector han asegurado a IPMARK que, de momento, no se ha presentado en nuestro país un proyecto como Génesis, sí inquieta el uso que hacen de los contenidos periodísticos para el entrenamiento de sus modelos de IA generativa. 

Esta preocupación la hizo pública recientemente la Asociación de Medios de la Información (AMI), al denunciar el uso indebido que realizaba la herramienta de generación de textos de Google, Bard, al no citar las fuentes de los contenidos periodísticos que recoge la plataforma y la captura ‘masiva’ de datos personales de los usuarios. 

“De esta manera, los medios ni tan siquiera obtienen el crédito debido de ser las fuentes de información sobre las que la herramienta ha elaborado su respuesta”. Una acción que, aseguran, “supone un claro aprovechamiento del esfuerzo inversor ajeno, del trabajo masivo de periodistas y editores de información, y pone en riesgo el derecho fundamental a la información que la Constitución reconoce a los ciudadanos en su artículo 20”. 

Posible caída de inversión publicitaria

Según los analistas de Insider Intelligence, se prevé que, incluso si una demanda por parte de los grandes medios obligara a estas herramientas a proporcionar enlaces y atribución a las fuentes, las propias cabeceras se enfrentan a una posible bajada de inversión publicitaria y de suscriptores si los lectores acuden a los chatbots en lugar de a las webs de los medios. 

Tampoco se descarta que las empresas de información vayan incorporando más capacidades de inteligencia artificial, aunque se visualiza como principal riesgo el entrenamiento de modelos de IA con artículos generados por IA, lo que podría erosionar la calidad y el rigor y amplificar los sesgos. 

Según datos de Insider Intelligence, un 78% de usuarios estadounidenses considera que las noticias escritas por IA generativa podrían ser algo malo frente a un 13% que lo considera positivo. Una percepción que se mantiene en todas las franjas de edad, con un 71% de negativistas entre los 18 y 34 años; un 78%, entre los 35 y 44 años; y un 82% en los mayores de 55.