Los efectos de la inflación en el consumidor y en el pequeño comercio

El incremento de los precios alcanza en junio, 10,2%, su nivel más alto desde abril de 1985. Los españoles sacrifican la calidad de los productos en favor de precios bajos, mientras que el pequeño comercio se enfrenta a la larga a un contexto con márgenes de beneficio en caída.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) de junio, con niveles históricos. En concreto, el IPC subió un 1,9% en junio respecto al mes anterior y disparó la tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 10,2%, su nivel más alto desde abril de 1985. 

Con este crecimiento, la inflación encadena dos meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual. En mayo, escaló hasta el 8,7%, superando este dato histórico en junio, con el 10,2%. La inflación subyacente sube hasta el 5,5%, el más alto desde agosto de 1993.

En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 35%; los aceites y grasas han elevado sus precios un 37%; los huevos son un 23,9% más caros; y el transporte personal cuesta un 19,7% más por el mayor coste de los carburantes. Además, muchos alimentos registran subidas de dos dígitos en sus precios, como la leche (+20,4%) y las frutas frescas (+19,3%).

España se enfrenta actualmente a las mayores dificultades económicas y como el país con mayor proporción, cerca del 40% de los consumidores están preocupados por el precio de los productos en este contexto de inflación. Un informe de la empresa profesional Alvarez & Marsal (A&M), en colaboración con Retail Economics, revela que cerca un tercio de los españoles sacrificaría la calidad de los artículos en favor de los precios más bajos.

Márgenes de beneficio en caída

Esta preocupación por los precios está afectando al sector del pequeño comercio. Esto se produce en un contexto con problemas de las cadenas de suministro, aumento de los costes laborales, incremento de las facturas de los servicios públicos y subida de los gastos de envío debido a la crisis de combustible.

La tendencia a largo plazo muestra un descenso constante de los márgenes de beneficio en el pequeño comercio, alcanzando una reducción de hasta el 5,1% durante el 2022, recoge el informe. Se excluye el impacto inicial de la pandemia, que supondría el nivel más bajo  en el margen de beneficio del sector de los últimos 10 años.

El informe aconseja invertir en digitalización para impulsar la eficiencia y la afinidad de los procesos. “En estos contextos, las cadenas de suministro también deben adaptarse para ser más flexibles, diversificando y simplificando su operativa”. Y añaden que “sin estos cambios, los márgenes y la rentabilidad seguirán sufriendo un duro golpe”.

Condiciones justas y materiales sostenibles 

Además de la preocupación por los precios, el pequeño comercio también está sufriendo los efectos de la pandemia, con la llegada de un consumidor con mayor consciencia medioambiental. Más del 35% de los usuarios españoles está dispuesto a pagar un poco y un 6% bastante más por adquirir productos sostenibles. España se sitúa por debajo de la media del resto de mercados analizados, con Suiza a la cabeza (62,7%). Las condiciones salariales de los trabajadores por parte de la empresa, la sostenibilidad de los materiales de producción y los compromisos de reducción de la huella de carbono, se presentan como las cuestiones que más preocupan a los consumidores en materia de sostenibilidad. 

El informe aconseja mejorar las condiciones de los empleados y origen sostenible de las materias primas, claves para sobrevivir en este contexto.