No obstante, el 75% de los alcaldes españoles tiene en Facebook su página o grupo al que se pueden unir sus seguidores y el 31% ha optado por crearse un perfil profesional. El 70% también está en Twitter. Los blogs, sin embargo, solo son utilizados por la mitad de los políticos locales estudiados. A la cola se encuentra Youtube, donde poseen un canal el 44%.
El único alcalde con presencia en todos los medios sociales es de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra. Sin embargo no consigue alcanzar la popularidad de la alcaldesa valenciana, Rita Barberá, que cuenta con más de 7.000 seguidores entre Facebook y Twitter. En el segundo y tercer puesto de este ranquin de popularidad están Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante, y el madrileño Ruiz-Gallardón, con alrededor de 6.000 fans cada uno.
Pero la popularidad en las redes no es sinónimo de accesibilidad. El grado de accesibilidad o apertura que presenta cada alcalde hacia sus ciudadanos nos lo indica el número de posibilidades o vías de contacto que ofrece en las redes que utiliza. Los perfiles más accesible en los social media son los del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, y del de Córdoba, Andrés Ocaña, con un total de 12 formas de contactar, opinar y compartir información en su blog, facebook y twitter. A la cola se encuentran Rita Barberá y el alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna, que no ofrecen más de cuatro vías de contacto o expresión social. Así mismo, líderes con mucha popularidad como Sonia Castedo o Alberto Ruiz Gallardón basan su estrategia en la publicación de mensajes, nunca acompañada de conversación con sus seguidores.
Para Geribeth Ciullo, experta en comunicación 2.0 de Alianzo, compañía especializada en ingeniería de medios sociales, estas actitudes muestran a las claras que el interés de los alcaldes presentes y futuros es más electoral que social. “Por el momento no parece que cuenten con una estrategia clara a la hora de manejar sus redes sociales. Y cuando la tienen, no se centra en la escucha atenta a sus seguidores, sino meramente en contar el número de seguidores y enviarles el mayor número de información posible sobre su actividad offline”.