El diseño de un nuevo producto y su posterior lanzamiento al mercado para darlo a conocer puede que sea uno de los procesos más laboriosos en el día a día de una marca. Este camino exige la realización de una investigación de mercado para conocer el público potencial, definir el producto de forma que guste a los clientes, seleccionar los mejores establecimientos físicos para comercializarlo en función del comprador objetivo y su ubicación, por ejemplo. Pero el paso final, hacer que los consumidores se enteren del lanzamiento del nuevo producto y convencerles de que lo consuman, será la fase más complicada y en la que la marca se jugará todo el trabajo previo.
La publicidad tradicional, que trata de captar la atención a través de anuncios, carteles y banners, puede ser de gran ayuda en el camino para alcanzar el objetivo, aunque siempre habrá clientes que piensen que solo se les está tratando de venderles algo nuevo y no se está satisfaciendo realmente una necesidad. Por ello, se debe optar por mostrar directamente al comprador los beneficios y ventajas que aporta el producto a través de comunicaciones originales.
En este sentido, la comunicación de promociones puede ser el mayor aliado, ya que no solo se comunicará a los clientes las novedades en forma de productos o servicios, sino que también se le está dando la oportunidad de conseguir una recompensa que realmente genera atracción y engagement. Existen muchas promociones para marcas que pueden utilizarse para dar a conocer un lanzamiento, aunque funcionarán en mayor o menor medida en función del perfil del público principal y de la tipología de la empresa en sí.
Por ello, es necesario conocer las estrategias del marketing de promociones para seleccionar aquellas que mejor se pueden adaptar a la empresa o marca:
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- Sampling. ¿Qué mejor forma que dar a conocer un nuevo producto que ofrecérselo directamente al cliente? Una de las más clásicas (pero efectivas) formas de marketing promocional es hacer entrega de muestras gratuitas del producto para que el cliente potencial pueda probarlo. Lo habitual es hacerlo en los establecimientos para que el consumidor piense en la muestra del producto en el momento de la decisión de compra, pero también se puede aplicar el sampling mediante buzoneo. Es decir, dejar muestras del nuevo producto directamente en las puertas de los potenciales compradores para llevarles esta decisión de compra a sus hogares. Hablamos de una metodología que funciona especialmente bien para el sector de la alimentación, pero que se puede extender casi a cualquier producto que pueda ser ofrecido en muestras gratuitas.
- Cashback. Se trata de un sistema de reembolso en el que el cliente compra un producto de una marca y ésta le devuelve un porcentaje del importe gastado, ya sea en dinero o en cheques regalo, para que vuelva a comprar un artículo de la misma marca. Es una forma especialmente productiva para promocionar lanzamientos, ya que no solo se conseguirá incentivar las nuevas ventas, sino que también crecerá el número de nuevos clientes que volverán a comprar los productos.
- Gamificación. Otra vía muy dinámica para dar a conocer el lanzamiento de un producto y atraer a nuevos clientes es hacerlos pasar un buen rato mediante promociones de gamificación. Usando dinámicas tradicionales del juego, como el clásico rasca y gana, cliente se divertirá a la vez que conoce a la marca y el producto. No en vano, el cerebro humano tiende a recordar mejor los acontecimientos y aprendizajes cuando se entretiene, por lo que hacerle pasar un buen rato es una buena manera de que el cliente recuerde un nuevo producto. Además, también se puede promocionar este nuevo producto como la jugosa recompensa de la promoción basada en la gamificación.
- Seguir una comunicación omnicanal de promociones. Se debe tener en cuenta el camino que será necesario recorrer para hacer llegar la campaña de promociones al público objetivo. Precisamente, la tipología de los clientes determinará, en gran medida, el canal a seguir. En este sentido, la mayoría de los consumidores de hoy en día consumen tanto medios tradicionales como digitales, por lo que las comunicaciones de promociones deben seguir esta omnicanalidad con folletos físicos tradicionales en los que se incluya códigos QR para que los consumidores digitales puedan acceder a más información a través de sus smartphones.