Las empresas mid-market españolas, optimistas ante la evolución de la economía

A pesar de que a nivel global anticipan una posible recesión económica de aquí a 2028, un 67% de empresas medianas en España prevén una evolución favorable gracias al mercado interior.

La inestabilidad derivada de la nueva guerra comercial y el avance de políticas proteccionistas a nivel global ha llevado a las empresas españolas de tamaño medio a centrarse en su propio mercado como vía de crecimiento. 

Así lo refleja la última edición del International Business Report (IBR), elaborado por Grant Thornton, cuyo análisis, realizado por Oxford Economics, pone en evidencia la creciente preocupación empresarial ante el endurecimiento de los aranceles.

Por segundo trimestre consecutivo, los líderes del middle-market español identifican a España como el país que presenta mayores oportunidades de negocio, una tendencia que también se observa en otros mercados europeos y asiáticos. En un entorno global de creciente incertidumbre, marcado por la amenaza de nuevas barreras comerciales y la contracción del comercio exterior, la estrategia de muchas compañías pasa por reforzar su posición en el mercado interno.

Impacto directo en el comercio internacional

La guerra comercial tiene un reflejo directo en las perspectivas del comercio global. Según el análisis de Oxford Economics, la política arancelaria estadounidense ha reducido en un 4% las previsiones de exportaciones a medio plazo. Si las tensiones se mantienen, el volumen mundial de comercio podría desplomarse hasta un 15% de aquí a 2029. China (-30%) y Estados Unidos (-28%) serían los países más afectados, mientras que en el resto del mundo la caída no superaría el 10% en el peor de los escenarios.

Las previsiones de exportación del middle-market también han sufrido ajustes significativos. En Asia-Pacífico, el porcentaje de empresas que prevé aumentar sus exportaciones ha caído nueve puntos, hasta situarse en el 42%. Norteamérica mantiene sus niveles (59%) y la Eurozona experimenta un leve repunte, hasta el 45%.

Crisis de confianza y caída del optimismo empresarial

A nivel global, la incertidumbre ha empezado a erosionar la confianza empresarial. El IBR muestra una caída de cinco puntos porcentuales en el optimismo de los empresarios del middle-market desde finales de 2024. Aun así, un 71% de ellos mantiene una visión positiva sobre la evolución económica a corto plazo.

En el caso de Europa y Oriente Medio, la confianza se mantiene estable. España destaca en este grupo como el país más optimista, con un 67% de empresarios que prevén una evolución favorable. Por el contrario, Asia-Pacífico sufre la mayor caída de optimismo, con un descenso de seis puntos, como consecuencia del riesgo de que Estados Unidos imponga aranceles de hasta el 50% a países como Camboya, Laos o Vietnam.

Por primera vez, la incertidumbre económica se posiciona como el principal freno para el negocio en todas las regiones del mundo. Este factor preocupa ya al 61% de los empresarios del middle-market, superando incluso a la inestabilidad geopolítica y al debilitamiento de la demanda global, que inquieta al 50% de los encuestados.

La inversión también se resiente

El contexto adverso ha comenzado a afectar también a las expectativas de inversión. Oxford Economics detecta caídas en las previsiones de inversión que oscilan entre el 0,3% en la Eurozona y el 2,1% en los países del Golfo Pérsico. Aun así, la tecnología se mantiene como el área prioritaria: el 68% de las empresas medianas prevé realizar inversiones en este ámbito.

Las inversiones en recursos humanos han perdido protagonismo y se sitúan ahora por detrás del I+D+i. Sin embargo, esta tendencia varía según la región y el sector. Asia-Pacífico y África siguen apostando por el capital humano, mientras que la banca y el sector energético también mantienen ese foco. Por su parte, las tecnológicas priorizan la inversión en marca.

Asimismo, las preocupaciones sectoriales divergen. La regulación y la burocracia preocupan especialmente al sector bancario, mientras que la industria energética otorga menor relevancia a las limitaciones medioambientales. En el ámbito tecnológico, la disponibilidad de talento cualificado se presenta como un obstáculo crítico, en línea con la alerta lanzada recientemente por la Comisión Europea, que ha identificado 42 ocupaciones con déficit de profesionales en sectores clave.