Los números auguran un final de año prometedor en lo que a inversión publicitaria se refiere. Atendiendo al último estudio elaborado por Dentsu, la agencia japonesa de publicidad y relaciones públicas, el pronóstico a nivel mundial no admite concesiones a nivel mundial: el dinero que las empresas dedicarán al marketing y la promoción de productos y servicios aumentará en el último trimestre de 2022 casi un nueve por ciento con respecto al mismo periodo del curso anterior. En concreto, se llegará a los setecientos cuarenta mil millones de dólares.
Según el análisis elaborado por Dentsu, esta tendencia alcista se mantendrá en el tiempo al menos durante los próximos dos años, y es que la previsión marca que en 2023 y 2024 el sector publicitario crezca cinco puntos porcentuales más, llegando así a rebasar los setecientos setena y cinco mil millones de dólares. Se trata de un fenómeno que llega justo cuando el contexto mundial está dominado por la subida generalizada de los precios. En este sentido, la reducción del gasto por parte del consumidor medio está provocando que el tejido empresarial se vea obligado a intensificar sus políticas publicitarias, siempre con el objetivo de que estas ejerzan su función y los índices de venta vuelvan a números saludables.
El estudio, que tiene en cuenta el periodo de inflación que asola Europa, pone el foco en el aumento de precio que han experimentado las distintas partidas en las que se divide la inversión en publicidad. De este modo, encontramos que para el final de este año la tarifa de la televisión tradicional habrá aumentado un diez por ciento; la del vídeo digital, un cinco por ciento; la de la prensa escrita, un uno por ciento; y las de la radio y las vallas publicitarias, un cuatro por ciento.
La inversión por segmentos
El formato digital continúa siendo el predilecto de quienes invierten en publicidad. De hecho, los datos registrados por Dentsu muestran que la cifra relativa a este tipo de inversiones aumentará en 2022 un catorce por ciento. Es decir, será de cuatrocientos mil millones de euros, lo que representa algo más de la mitad de la inversión mercadotécnica total.
También hay otros segmentos que de igual modo recibirán más ingresos en concepto publicitario, como por ejemplo la televisión, que registrará un tres y medio por ciento más, al borde de los ciento noventa mil millones de euros. La publicidad en salas de cine crecerá veinte puntos porcentuales, mientras que en la radio la subida será de un cinco por ciento, quedando por encima de la predicción. No obstante, la inversión publicitaria en los periódicos y las revistas impresos caerá un tres y medio por ciento.
La causa tecnológica
Uno de los factores que explica este acelerón del sector digital es sin duda el cuidado que los portales en internet están dedicando a mantener sus sistemas de ciberseguridad en un excelente estado de forma. Esto genera una mayor confianza entre los usuarios, provocando así que el tráfico web aumente y que determinadas páginas con un número importante de visitas puedan convertirse más fácilmente en un reclamo para los inversores publicitarios.
En este sentido, los entornos digitales que pretenden explotar su ciberespacio por medio de la publicidad están incorporando a su estructura interna la tecnología más avanzada que existe a la hora de proteger los datos personales de los usuarios. El modelo a seguir en este campo es el de las entidades bancarias y las plataformas de juegos de azar, que llevan años consolidándose como una referencia en torno a la seguridad en internet.
No en vano, los bancos de nueva generación, acostumbrados a manejar un volumen ingente de datos, se han especializado en evitar que la información privada de los clientes quede expuesta ante terceras personas. Para ello, suelen recurrir al conocido como certificado TLS (Transport layer security), cuya función pasa por encriptar los nombres, números de cuenta y contraseñas que se transfieren desde la web hasta el servidor.
Con las plataformas virtuales dedicadas al juego sucede algo parecido, y es que se han transformado en verdaderas expertas contra los ataques informáticos de suplantación de identidad. El ejemplo más claro puede verse en los casinos online fiables en España, donde se apuesta por el denominado sistema KYC (Key your customer), un protocolo de verificación de perfiles que se ocupa de garantizar que el usuario que trata de acceder a una cuenta es realmente quien dice ser. El mecanismo es tan sencillo como efectivo: el casino en cuestión solicita al jugador toda la documentación digital que acredite su identidad, pudiendo incluso exigir test biométricos, como el de reconocimiento facial o el de escaneo de huellas dactilares, cuando llega el momento de realizar transacciones económicas.