La industria global de la belleza se encuentra en una nueva era de crecimiento y expansión, con ventas minoristas globales que se espera que alcancen alrededor de los 580.000 millones de dólares (543.043,4 millones de euros) para 2027.
Tal y como se recoge del informe The State of Fashion: Beauty, elaborado por The Business of Fashion (BoF) y McKinsey & Company. El análisis estima que todas las categorías de belleza, incluyendo el cuidado de la piel (skincare), las fragancias, los cosméticos del color y el cuidado del cabello crezcan globalmente a un ritmo de 6% anual entre 2022 y 2027.
Por categorías, el segmento del skincare destaca como la de mayor crecimiento con una previsión de alcanzar 260.000 millones de dólares en ventas (de los 190 mil millones de dólares actuales), impulsado por la innovación y la demanda de los compradores que buscan productos enfocados en la eficacia basada en la ciencia. En cuanto al segmento de perfumería, se estima que las ventas de fragancias aumenten de los 70.000 millones de dólares actuales a casi 100.000 millones, beneficiándose de una mayor penetración esperada en China y del crecimiento en Estados Unidos.
Por otro lado, en lo que a la categoría make up, se espera que la cosmética de color continúe con su recuperación postpandemia, aumentando de 80.000 millones de dólares a alrededor de 105.000 millones de dólares, con un crecimiento distribuido, en gran medida, entre los diferentes segmentos de precios. En cuanto al cuidado del cabello, excluyendo los dispositivos, se espera que este segmento se expanda de los 90.000 millones de dólares a 120.000 millones.
Nuevos mercados
El informe también identifica cinco dinámicas críticas para la industria a lo largo de un periodo de cinco años hasta 2027: diversificación geográfica; la necesidad de que las instituciones se amplíen; oportunidades de fusión y adquisición; influencia de Generación Z; y ampliaciones de bienestar y autoservicio.
En Oriente Medio y África, se prevé que las ventas minoristas de productos de belleza alcancen los 47.000 millones de dólares para 2027, debido en parte a la modernización económica en el marco de nuevos programas gubernamentales, aumento de los ingresos familiares o una generación de compradores jóvenes y digitales en aumento. China y Estados Unidos se mantienen a la cabeza, como principales players de la industria de belleza y que seguirá creciendo.
El auge del bienestar
Desde finales de la década de 2000, el autocuidado se ha empezado a posicionar como nueva prioridad de los consumidores que cada vez más buscan productos que cumplan con sus expectativas estéticas, la salud y el bienestar. La mayoría de los consumidores de Estados Unidos, China y Europa afirman que planean aumentar el gasto en productos y servicios de bienestar en el próximo año.
Se proyecta que la actual industria de bienestar global, que asciende a 1,5 billones de dólares, crezca hasta un 10% para 2027 y se reflejará en el aumento de las ofertas de productos que combinan belleza y bienestar. La encuesta de McKinsey determinó que los productos de bienestar que se espera que aumenten en popularidad incluyen: la higiene del sueño (30% de los encuestados dicen que usan regularmente productos y servicios que mejoran el sueño), bienestar sexual (con aproximadamente el 20% de los consumidores hoy en día utilizando productos de esta categoría) y suplementos (que van desde vitaminas y adaptativos, hasta snacks y bebidas con beneficios de promoción de la salud y belleza).
Cambio en el comportamiento del consumidor
Sobre las preferencias de los consumidores, un 40% de consumidores declaran ser leales a las marcas que conocen y en las que confían, mientras que una amplia mayoría (69%) dijo que les gusta probar nuevos productos al menos cada seis meses. La encuesta también reveló insights sobre los hábitos de compra, donde los consumidores citaron a las tiendas físicas como su método de compra preferido (45%), seguido por online (40%).
La sostenibilidad es otro de los aspectos que analiza el informe. “Al igual que sucede en la categoría de moda, los compradores de belleza valoran cada vez más la sostenibilidad tanto en la creación como producción y buscan productos con ingredientes que respeten al medio ambiente, formulaciones 100% naturales y ‘cruelty free’”, señala Ignacio Marcos, socio senior de McKinsey & Company y líder de sostenibilidad en consumo.