Y un creciente interés por los nuevos valores relacionados con el consumo sostenible, algo que nos obligará a todos (individuos, empresas, gobiernos, instituciones públicas y privadas) a definir nuestra contribución a la tarea común de preservar el planeta.
En ese contexto, Trend Observer nos habla de la doble faceta que caracteriza al nuevo consumidor de finales de la primera década del siglo XXI, de sus conquistas y de sus nuevas habilidades, pero también de sus carencias y fragilidades, temas todos ellos de enorme interés para las marcas, en la medida en que sepan interpretar estos fenómenos y consigan ayudar al individuo a gestionar bien sus propias competencias y a navegar por el momento de vulnerabilidad que se atraviesa. Una vulnerabilidad personal que tiene también su reflejo a escala planetaria.
En efecto, el acelerado deterioro medioambiental de nuestro planeta coincide con un extraordinario incremento de la autoconciencia del sujeto acerca del poder que tiene sobre las cosas y sobre su propio destino, que es consecuencia directa de la acumulación de saber y de las nuevas tecnologías. Entramos en la era del superempowerment [el término empowerment define un proceso por el que se otorga mayor poder o influencia a una persona o colectivo de personas: ciudadanos, empleados, etc.], una época en la que los individuos se han hecho más poderosos y son plenamente conscientes de ello.
La nueva ideología del ‘yo’
Esta nueva ideología del yo se manifiesta de dos maneras: