Los ciudadanos ven su futuro con optimismo. Así lo indican los datos manejados por Nielsen, que muestran cómo el índice de confianza del consumidor español ha crecido 4 puntos respecto al último trimestre. Estas cifras nos sitúan entre los europeos que mejor pronóstico hacen sobre su futuro a corto plazo.
Según el Estudio Global de Confianza de la consultora Nielsen, este índice se sitúa en su nivel máximo desde 2010. De hecho España crece a mayor ritmo que Europa en conjunto, cuya confianza aumentó apenas un punto en el primer trimestre del año. Así, nuestro país se posiciona como el cuarto país europeo con mejores perspectivas y una puntuación de 67, por detrás de Dinamarca (106), Alemania (100), Reino Unido (97), y Holanda (89).
Inquietud laboral
Aunque la tasa de desempleo descendió dos puntos en 2014 ( del 25,7% al 23,7%), lo cierto es que los españoles no olvidan que hay más de cinco millones de compatriotas desempleados. Esa realidad infunde todavía inquietud entre los consumidores, cuyas proyecciones laborales a doce meses vista no son buenas ni malas. La seguridad laboral, seguida de la economía, son los temas que más nos preocupan.
Esta situación provoca que el consumidor español busquen fórmulas para reducir gasto y aumentar el ahorro, principalmente a través de las facturas energéticas. En concreto, el 73% de los españoles trata de recortar el consumo de gas y electricidad, algo que casi el 60% seguirá haciendo cuando la recesión concluya.
No obstante, el principal cambio en los españoles cuando las condiciones económicas mejoren está relacionado con el ocio fuera del hogar, en tanto ocho de cada diez tienen pensado dejar de contener el gasto en esta partida para entonces. Según Gustavo Núñez, “un dato para el optimismo es que el porcentaje de personas encuestadas que creen que España sigue en recesión es hasta seis puntos menor que en el trimestre pasado, por tanto hay más españoles con intención de salir y gastar más en estos momentos”.