La compañía de alimentación Kellogg’s ha conseguido aumentar un 18% las ventas en Estados Unidos de su último lanzamiento, los Pop Tarts Bites, tras haber analizado el comportamiento visual de los clientes mediante el uso de un casco de realidad virtual.
El casco, fabricado por la compañía Qualcomm, incorpora la solución de realidad virtual de Accenture y permite a los usuarios adentrarse en una tienda a tamaño real, moverse por el mismo, elegir productos y añadirlos en su carro de la compra. Al mismo tiempo que monitoriza aquello que miran, durante cuánto tiempo y por qué.
Para ello, las gafas de realidad virtual integran tres tipos de tecnología diferentes. Un ‘software’ de rastreo ocular que permite seguir la mirada del usuario; la plataforma de realidad mixta de la consultora, InContext Solutions; y un tercero que posibilita analizar los datos extraídos de la tecnología de rastreo ocular.
De acuerdo con Rafaella Camera, directora global de innovación y estrategia de mercado de la consultora, “al combinar el poder de la realidad virtual y las capacidades de analítica y rastreo ocular, se puede obtener información mientras los consumidores compran, ya que se monitoriza dónde y cómo van valorando los productos de toda la estantería o pasillo”.
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La compañía de alimentación estadounidense probó el prototipo durante el periodo de lanzamiento de su nuevo producto y comparó los resultados con los obtenidos en los estudios tradicionales de mercado. La firma descubrió que conseguían un mayor número de datos cualitativos que con las encuestas online y las pruebas de consumidores. Además de una indicación opuesta a la hora de situar el nuevo producto en las estanterías de los supermercados.
Así, si los estudios tradicionales señalaban colocar las galletas en los estantes superiores – lugar en el que los consumidores esperan ver los nuevos productos-, los resultados obtenidos con las gafas de realidad virtual demostraron que, situándolas en las estanterías más bajas, las galletas se vendían más. En concreto, un 18%.
Según explican desde la empresa de servicios, este tipo de tecnología permite a las compañías realizar investigación de mercado a escala global de manera más rápida y económica. Ponen como ejemplo invitar a usuarios dispersos geográficamente a utilizar el casco para probar productos en casa, en la propia tienda física o durante las presentaciones de productos.