Instagram, una imagen vale más que mil ‘wassaps’

Instagram no es solamente la democratización de la fotografía. Cierto es que nos ha quitado a todos esa frustración de

Instagram no es solamente la democratización de la fotografía. Cierto es que nos ha quitado a todos esa frustración de fotógrafos reducidos a retratar bodas y bautizos. Con sus filtros, hemos conseguido sentirnos todos fotógrafos y un poco más creativos, pero no es únicamente eso. Instagram es también el remedio a una enfermedad de nuestro tiempo, la ultraconexión. Podemos estar rodeados de compañeros de trabajo todo el día, andar por calles abarrotadas que cuando llegamos a casa, nos sentimos tremendamente solos. Tiramos rápidamente de smartphone y nos conectamos con el resto del mundo como si fuese una adicción. Otorgamos likes, regalamos comentarios y unas sonrisas a base de emoticonos. Y la vida se hace más feliz en el espacio de unos minutos.

Descubrimos otras culturas, otras comidas, otros destinos de vacaciones, lo que se llevará el verano que viene o incluso podemos conocer a amigos o nuestra novia al compartir una misma sensibilidad artística por el blanco y negro, por los gatos. Ya son muchos los que encontraron el amor (yo entre ellos) o un puesto de trabajo en esta red social tan potente emocionalmente.

No es difícil entender el porqué de la entrada masiva de marcas, de hombres políticos o de celebrities con la dicharachera Rihanna al frente en la aplicación. Madonna también provoca en Instagram (y pronto le cerrarán la cuenta como siga así) y mi amigo @Thomas_k (un ciudadano de a pie berlinés) me acompaña en viajes de influencers por todo el mundo cuando nos invitan marcas a sus eventos más exclusivos. Hace poco estuvo retratando con el móvil la New York Fashion Week como instareporter para Desigual, como yo estuve con Button y Hamilton un fin de semana en Monza, en los mismísimos boxes de F1 de McLaren para Johnny Walker. El marketing en Instagram es una enorme oportunidad para las marcas que entienden sus valores. En Instagram, las marcas son amigos. Casi nunca se meterán con una marca a través de Instagram.

La oficina de las reclamaciones es Twitter. En Instagram “sólo hay buen rollo” me decía Bibi @thedevilisawoman (seudónimo de la actriz Bibiana Fernández) durante una entrevista. Esa plataforma del buen rollo la deben aprovechar los departamentos de marketing. A nosotros instagramers nos encantan las marcas que están en Instagram…

(*) @PhilGonzalez, fundador de la red internacional de Instagramers (Instagramers.com).