El desarrollo de esta ventaja competitiva es lo que ayudará a lograr los objetivos de negocio y posicionamiento de la marca en el sector.
Por ello debemos aprovechar las palancas de crecimiento que nos ofrece la innovación, tanto dentro del propio modelo de negocio, producto, procesos como dentro del área de marketing.
La innovación dentro del marketing es sencillamente aquello que hará que desde fuera se perciba a una empresa de un modo u otro. Será lo que ofrezca esa disrupción de cara a la competencia, esa ventaja competitiva, ese posicionamiento.
Tomar consciencia de la importancia de innovar en marketing digital es lo que nos traerá a comprender esta área como una pieza clave para ofrecer una experiencia de marca actualizada, que conecte con nuevos nichos de mercado y que promueva la creación de una imagen corporativa única y memorable.
Por ello, establecer una política de I+D+i es fundamental para la supervivencia de las empresas, a la vez que supone un reto complejo de liderar.
Distinguirse bajo la etiqueta “innovación” implica estar sujeto a un sinfín de variables cambiantes, regidas por la transformación digital, que hacen que mantenerse a la vanguardia tecnológica no sea un camino fácil en lo más mínimo.
Sin la innovación no se entiende el marketing digital
Antes de la pandemia, los métodos de interacción con el público objetivo y con los clientes ya empezaron a experimentar algunos cambios, pero la crisis sanitaria aceleró esta realidad: alrededor del 70% de las organizaciones aumentaron su presencia en redes sociales, un 55% modificó sus plataformas digitales y el 50% de ellas incrementó la realización de eventos virtuales.
En este contexto, cada vez más digital, las estrategias de I+D+i permiten una mayor flexibilidad en las organizaciones, haciendo que estas sean capaces de adaptarse con rapidez a las nuevas necesidades del mercado.
Pero, ¿ cómo podemos alcanzar elevados niveles de rendimiento en innovación?
Tomando esta pregunta por título, ESIC Business & Marketing School, junto con profesionales de otras instituciones, ha realizado una investigación, publicada recientemente, en la que se arroja luz sobre los factores que se deben tener en cuenta para que una compañía destaque en esta área.
Por un lado, se subrayan cinco posibles condiciones que explican un buen desempeño de la innovación en la empresa, las cuales son la óptima gestión del conocimiento interno, la integración del conocimiento externo, el establecimiento de sinergias entre el conocimiento externo e interno, la capacidad de absorción de información y, por último, las ayudas públicas recibidas.
Por otro lado, hay siete patrones clave que empujan a lograr altos niveles de rendimiento en innovación, vinculados a los condicionantes mencionados previamente, entre los que destacan la buena gestión de los recursos humanos disponibles, la presencia de gobiernos propulsores de políticas de I+D, tanto públicas como privadas, así como contar con entornos empresariales desarrollados y competitivos.
¿Qué deben hacer las empresas para elevar la innovación?
Las principales conclusiones vertidas en el estudio ponen el foco en el replanteamiento de las relaciones con los distintos stakeholders.
En primer lugar, señala a los empleados como el mayor activo para promover la innovación en la empresa, siendo especialmente importante aumentar la inversión en RR.HH. y mejorar la transformación y el empleo del conocimiento interno. En segundo lugar, refiriéndose a las interacciones interempresariales, el estudio sentencia que las compañías deben ser capaces de establecer relaciones profesionales con los agentes presentes en la cadena de suministro, con el objetivo de adquirir conocimientos especializados. Como punto final, se revela que las instituciones gubernamentales son vitales y que estas deberían ser el principal aliado para impulsar la innovación de las empresas locales.
