Los influencers virtuales han llegado para quedarse y dominan gran parte de las redes sociales. Sin embargo, traen consigo cierta polémica. En un mundo donde podemos crear fácilmente una identidad virtual «inventada» de nosotros mismos, ¿podemos realmente confiar en todo lo que vemos en las redes sociales?
Instagram es una de las redes donde más han aumentado el número de estos influencers virtuales. A pesar de ser personajes creados exclusivamente por ordenador, cuentan con infinidad de seguidores reales.
Es imposible no haber oído hablar de personas influyentes en las redes sociales. Muchos de estos influencers han demostrado ser una gran inversión para las empresas. Sin embargo, ante cualquier escándalo en el que se vea envuelto, el influencer puede amenazar la reputación de cualquiera de sus patrocinadores.
Es precisamente este nicho donde la aparición de los influencers virtuales limitan los riesgos para las empresas. Mantienen los beneficios sin temor a meteduras de pata de un ser humano.
Los influencers virtuales, como su nombre indica, son «celebridades» online no humanas que cada vez ganan más popularidad. Por supuesto, se trata de personajes completamente ficticios que a sus espaldas cuentan con auténticos ejércitos de artistas digitales que crean todas y cada una de las imágenes que publican en sus perfiles.
Lo creas o no, son muchos los usuarios de Instagram que siguen a estos influencers virtuales. Sin importarles que no sean personas reales. Entre los más populares destacan: Laila Blue (@chasing.laila) que fue creada en 2018 y ‘vive’ en Dubai. Se supone que es mitad francesa, mitad libanesa y tiene su propia historia de fondo, por supuesto. Noonoouri (@noonoouri) resulta un personaje curioso al que le apasiona la alta costura. Es una de las influencers virtuales que más rápido han crecido en Instagram. Lil Miquela (@lilmiquela) fue lanzada en 2016 por la empresa Brud, con sede en Silicon Valley. ‘Ella’ ha demostrado ser bastante popular desde su lanzamiento y actualmente tiene alrededor de 1,9 millones de seguidores en Instagram. Imma (@imma.gram) fue creada en Japón por la compañía CG ModelingCafe y se lanzó oficialmente en 2018. Sus imágenes son asombrosas y, francamente, desconcertantes. Podrías dudar de si se trata de una persona real o ficticia. Bermuda (@bermudaisbae) tiene, hasta la fecha, alrededor de 140 mil seguidores en Instagram y es otra creación de Brud.
Cómo se generan los influencers virtuales
Los influencers virtuales requieren un ejército de artistas digitales para crear sus imágenes y vídeos. Esto conlleva una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo y se ha convertido en una industria en expansión durante los últimos años.
Empresas como Brud en California y ModelingCafe en Japón están avanzando rápidamente en este campo, estableciendo los estándares a seguir por la competencia. En cuanto a sus «puntos de vista» o reseñas de productos, si es relevante, estos son cuidadosamente elaborados por quien paga a los creadores del influencer virtual. Hasta cierto punto, ocurre lo mismo con los influencers humanos reales.
Autor: Carlos de Miguel, senior social media manager en Kanlli.
Sigue informándote sobre las novedades de los influencers virtuales en el artículo “Influencers virtuales, ¿sueñan los androides con Norit, el borreguito?” en el blog de Kanlli.