Ideas: ¡qué milagro!

"Al final una idea, es solo eso, una idea. Y hay muchas y muy buenas, claro que sí. Pero que una de esas llegue a poder producirse con la esencia con la que nació, es un auténtico milagro". Un artículo de Ibay Prieto, director creativo independiente y, a veces, explorador. También habla 'balleno' (pero eso es otra historia).

Navegas tranquilamente por tu web de referencia cuando, ¡zas! salta un anuncio de “x” marca que te pone los pelos de punta. Para los que nos dedicamos a esto de la publicidad es como si el mismísimo San Pablo se hubiera aparecido delante nuestro con un mensaje esperanzador. -He visto un milagro- piensas. ¿Cómo una idea tan buena, tan bien producida, tan bien pensada, ha sido capaz de ver la luz? En estos casos (como en la mayoría) no depende solo de los creadores de la misma. Para que una idea llegue a convertirse en un milagro, hacen falta muchos factores a lo largo del proceso.

Ibay Prieto.

Génesis

Todos sabemos que la creación de cualquier idea, nace de muchas horas de trabajo. No necesariamente delante del ordenador. Puede ser viendo una exposición, contando un chiste, en un viaje con amigos, con tu pareja, en la ducha, viendo mucha publi… A partir de ese momento, se trata de un trabajo contra reloj para llegar a un timing que muchas veces son menos de 7 días. -Ejem-.

Éxodo

Las plagas suelen venir cuando cuentas y creatividad no se comunican como deben. Y empiezan los piques, los teléfonos escacharrados, los “esto no estaba en el brief” y cosas así. Pero si se consigue llegar a un acuerdo, normalmente salen unos mandamientos que suelen ser los pilares básicos para que esa idea salga reforzada y sobre todo, mantenga su esencia.

Salmos, Proverbios y Lamentaciones

Que una idea siga adelante, no significa que vaya a sobrevivir. Eso lo sabemos todos. Los filtros a veces son interminables y durante ese proceso, hay quien se emociona porque ve que es posible, hay quien avisa de los peligros a los que se enfrentan y otros directamente tiran la toalla porque “saben” que eso no va a funcionar. Un momento de luces y sombras, que es lo más parecido que existe entre la lucha entre el bien y el mal en los que cuentas y creativos se ven obligados a elegir bando.

Apocalipsis

Y llega el gran momento: la revelación, es decir, la presentación al cliente. Donde le prometemos que con esa idea y algo de tiempo, su producto llegará a ser celestial. Y ahí como siempre, aparecen los creyentes y los ateos. Porque no nos engañemos, al final una idea, es solo eso, una idea. Y hay muchas y muy buenas, claro que sí. Pero que una de esas llegue a poder producirse con la esencia con la que nació, es un auténtico milagro.

 

 

 

 

Texto / IBAY PRIETO

Fotos / GETTY IMAGES