La ciudad holandesa de Haarlem se ha convertido en la primera del mundo en prohibir la publicidad exterior de productos de carne – incluidas las firmas de comida rápida-, al formar parte de la lista de sectores responsables de la crisis climática.
La nueva ley, que ha sido impulsada por el partido GroenLinks – el partido de Los Verdes en Países Bajos-, contempla que a partir de 2024 estén prohibidos los anuncios de aquella carne procedente de la ganadería intensiva, incluyendo la de los restaurantes de comida rápida.
En concreto, estos anuncios no podrán mostrarse en espacios públicos como autobuses, vallas publicitarias o pantallas digitales. De esta forma, se impedirá animar a los usuarios a consumir un tipo de producto que contribuye a la crisis climática, tal y como ha indicado Ziggy Klazes, concejal del partido y una de las impulsoras de la norma.
“No nos referimos a lo que la gente pueda hornear y asar en su cocina, si la gente quiere seguir comiendo carne, está bien… [Pero] No podemos decirle a la gente que hay una crisis climática y animarles al mismo tiempo a comprar productos que son parte del problema”.
Además de los anuncios de carne intensiva, la norma también se aplicará a las creatividades que animan los vuelos de ocio, los lanzados por empresas de combustibles fósiles y los protagonizados por vehículos con motor de combustión interna, tal y como ya sucede en Ámsterdam y La Haya.