El Metaverso es un con junto de entornos virtuales inmersivos e interactivos, que gracias a tecnologías como AR (realidad aumentada) y la VR (realidad virtual), aspira a ser una realidad alternativa, en la que realizaremos actividades cotidianas como ir a un supermercado, tener reuniones o ir a un concierto, sin movernos de casa. En ese mundo virtual, estaremos representados por avatares e interactuaremos con otras personas y con los objetos que lo conforman, teniendo la sensación de que estamos dentro de él. Es la presencialidad física en el mundo virtual y sin duda, el gran salto evolutivo de internet.
¿Qué hace posible el metaverso?
Según Jon Radoff (autor de Building the Metaverse) se asienta sobre 7 capas de tecnologías y disciplinas:
- Infraestructura: Tecnologías de conectividad como el 5G, wifi, Cloud y potentes procesadores para acelerar la descarga de imágenes.
- Interfaz humana: los dispositivos de VR y AR y otras tecnologías para que las personas puedan acceder a los distintos entornos.
- Descentralización: pretende no ser controlado por una o pocas corporaciones por lo que se sustenta en tecnología blockchain, en IA, edge computing para acercar las fuentes de data y en herramientas de democratización para hacer hablar a las distintas tecnologías.
- Programación espacial: con el objetivo de lograr la virtualización de objetos y personas, y la forma en la que interaccionan en ese espacio.
- Economía de los creadores: herramientas para el diseño, los objetos digitales y los entornos donde podremos adquirirlos.
- Descubrimiento: el contenido que atraerá al público a entrar y quedarse que será propagado por medios pagados, RRSS, ratings, reviews…
- Experiencias: creación de la equivalencia en VR de eventos, en tornos laborales, compras…
¿Es ya una realidad?
El término se utilizó en la novela Snow Crash y es popularmente utilizada para describir espacios virtuales. Hace casi 20 años existieron desarrollos fundamentados en esta idea de realidad externa como Los Sims, la plataforma Second Life y Farmville, pero hoy ya se habla de cientos donde destacan tres con mayor nivel de desarrollo y actividad. Se trata de Decentreland, The Sandbox y Somnium Space, aunque destacan también Roblox, Stageverse y Hyperverse, entre otras.
La economía en el Metaverso
Al igual que ocurre en la vida real, en el Metaverso podemos comprar o alquilar una casa, ir al médico, comprar ropa, abrir una tienda, pagar por unas clases, y mucho más. Los objetos virtuales (la camiseta de mi avatar, los muebles de mi oficina virtual, el cuadro que cuelga de la pared, la música, piezas de vídeo…) son consideradas únicas y denominadas NFT (non-fungible tokens). Para comprar NFT’s precisamos de criptomonedas. Tanto las criptomonedas como los NFT utilizan tecnología blockchain.
La tecnología NFT garantiza los derechos de propiedad sobre los activos digitales incluyendo, por ejemplo, la ropa de nuestro avatar, el terreno donde vamos a construir nuestra tienda, los elementos de construcción, el alquiler de un espacio o entradas a un concierto, por lo que es de esperar que el Metaverso esté lleno de micro pagos.
¿Qué pueden empezar a hacer las marcas?
Como afirma uno de los directivos de Meta todavía quedan de 5 a 10 años para que el metaverso se puede ir consolidando como debe hacerlo, ofreciendo esas experiencias inmersivas, que tan atractivas han hecho el discurso. Pero ya hay marcas que operan, aunque de manera limitada, en este nuevo entorno. El gigante Walmart ha creado ya una tienda virtual donde las personas podrán coger los productos de las estanterías y meterlos en sus carritos como hacen en la vida real. Aimedis Health City, es la primera ciudad dedicada a la salud en el metaverso; abrirá su primer hospital este año. Coca-Cola ha creado cofres de prendas que ha subastado. Y sorprendentemente, marcas de lujo como Gucci, Balenciaga o Louis Vuitton han desarrollado ya diferentes iniciativas para posicionarse en estos entornos.
Aunque aún es un espacio de jóvenes y predominantemente masculino, los mayores desarrollos están por llegar, y el que atraiga a un público más amplio, es solo cuestión de tiempo. Los gobiernos, empresas y otros entes tienen que hacer el ejercicio de identificar lo que el Metaverso puede aportar en términos de estructura, organización, servicios, productos y experiencias. Dar con el ‘cómo, cuándo y dónde’ es clave, porque la complejidad de ejecución y coste va a ser tan desgastante como emocionante.
Texto de Marga Castro, digital partner de Mindshare Spain.