Las ventas de productos de Gran Consumo continúan al alza un año después del confinamiento decretado en marzo para mitigar los contagios por COVID-19. En la Semana Santa de 2021, el sector superó los 1.224 millones de euros, un 14% más de ventas respecto a la Semana Santa de 2019 y un 3% más que en el mismo periodo de 2020.
Según los datos recogidos por NielsenIQ, en la última campaña de Semana Santa, las ventas de productos de Gran Consumo continuaron al alza. Así, respecto a 2020, las ventas aumentaron un 3%, 36,7 millones de euros más hasta alcanzar los 1.224 millones. Un sutil crecimiento que, sin embargo, comparado con lo facturado en la Semana Santa de 2019, resulta un 14% más alto.
Este incremento de las ventas visto entre este año y 2019 se refleja en todas las categorías de productos tradicionales en este periodo. Así, mientras que la harina, la decoración para postres o la leche condensada registraron caídas a doble dígito respecto a la Semana Santa de 2020, comparado con 2019, resultaron mucho más elevadas.
En el caso de la harina, un 40% menos de ventas que en 2020, pero un 20% más que en 2019. En la decoración para postres, un 39% menos y un 32% más; y en la leche condensada, un 27% menos de ventas en 2020 y un 16% más que en 2019.
Según ha explicado Patricia Daimiel, retail intelligence leader Iberia & Italy de NielsenIQ, los descensos experimentados en ciertas categorías se deben al boom de consumidores “que al estar confinados con fuertes restricciones de movilidad, se dedicaron, entre otras cosas, a hornear más pasteles, pan y postres”. Pero, si se compara con los datos de 2019, “vemos que los resultados son bastante positivos”.
Algo similar ha ocurrido con las ventas de Gran Consumo en el primer trimestre del año. Con un crecimiento de apenas el 0,2% respecto a 2020, “el mercado sigue con tono alto cuando comparamos con 2019 (+12,7%), y esta tendencia se prolongará más o menos dependiendo de la situación sanitaria”, sugiere Daimiel.
Entre las tendencias percibidas por la consultora, destaca el mayor consumo de frescos en hipermercados y supermercados; un mayor volumen de ventas de marcas de distribución frente a las de fabricante; y una evolución positiva de los canales físico y digital. Tendencias que, de acuerdo con Daimiel, podrían continuar a lo largo de este año, en función de cómo evolucione la pandemia de coronavirus en nuestro país.