No se trata de una metodología nueva, pero parece que los Ghost ads (o anuncios fantasma) están emergiendo, posicionándose como una de las formas más eficientes de medir la efectividad de los anuncios, ayudando a una mayor precisión al dirigir las comunicaciones comerciales, así como a incrementar los ingresos de los anunciantes.
Esta metodología experimenta con el comportamiento de compra mediante la comparación de un grupo de usuarios expuestos a una campaña y un grupo de control. Ghost ads supervisa al grupo de control e identifica cuando un anuncio se ha servido a un usuario de dicho grupo. Después, el anunciante hace una oferta sobre esa impresión usando el “anuncio fantasma”.
El anuncio fantasma en sí mismo es invisible para el usuario, pues lo que realmente ve es el anuncio que gana la subasta. Sin embargo, el anuncio fantasma y sus datos de oferta son visibles para las plataformas de anuncios y los anunciantes. A partir de eso, pueden deducir cómo se comportan los usuarios que deberían haber visto un anuncio cuando no lo ven.
Así, Ghost ads hace el trabajo de las pruebas A/B basadas en PSA (anuncio de servicio público) de una manera más precisa y económica, debido a que crea una comparación directa entre los usuarios que estuvieron expuestos a los anuncios frente a los usuarios que hubieran estado expuestos a los anuncios.
Gracias a esta metodología, los anunciantes pueden identificar con precisión un mejor funcionamiento de las impresiones según el comportamiento del usuario, el editor, el tamaño o tipo de creatividad del anuncio, el día de la semana, etc., e invertir sólo en esas impresiones. Se trata de una modelo que tiende a la focalización y a eficiencia del gasto que puede multiplicar los ingresos exponencialmente.
El inconveniente de la metodología Ghost ads viene dado por la necesidad de controlar la subasta en el proceso programático, por lo que únicamente se puede poner en marcha a través de las plataformas de Google o Facebook. Como alternativa, encontramos Prostted Ghost Ads, presente en numerosas plataformas de anuncios, que realiza una predicción y proporciona una probabilidad, un dato que también resulta de gran valor.
La ventaja de los anuncios fantasma sobre los PSA es palpable, ya que Ghost ads no requiere pagar por las impresiones, pues únicamente se quiere conocer qué habría ocurrido de ser real la simulación. Además, crece el sesgo gracias a los modelos de aprendizaje automático, que tienden a mostrar los anuncios PSA a aquellas personas con mayor probabilidad de interactuar con ellos. También puede darse el caso de que un anuncio PSA pierda la puja y no se muestre, lo que aún desestabilizaría mucho más el intento de comparación.
La metodología Ghost ads es capaz de medir la efectividad de los anuncios con gran precisión, además de resultar un modo de experimentación barato y escalable que puede aplicarse tanto a los anuncios display, como al vídeo y al audio programáticos.
Autor del texto: Alessandro Cosci, paid media supervisor en Kanlli.
Aprende más sobre metodología Ghots ads y su impacto en performace en el blog de Kanlli.