La despoblación en las zonas rurales continúa siendo un problema latente. El 77% de los municipios de Castilla y León está en riesgo de despoblación y Esguevillas de Esgueva, un pequeño pueblo al este de Valladolid, localidad que vio nacer el emblemático queso ‘Flor de Esgueva’, es uno de ellos.
Con el objetivo de frenar esta problemática, Flor de Esgueva ha lanzado una campaña con el objetivo de mantener vivos nuestros pueblos. Para celebrar la llegada del primer niño en los últimos tres años en Esguevillas de Esgueva, la marca ha realizado una donación a la escuela local.
El Colegio Rural Agrupado La Esgueva —que acoge a 46 niños en toda la comarca— empleará esta aportación económica para la mejora, durante el periodo estival, de sus infraestructuras dedicadas a las actividades extraescolares, para que el alumnado se encuentre con un colegio mejorado al inicio del nuevo curso.
Orgullo por lo rural
Para llevar a cabo esta campaña, se ha realizado un spot donde se muestra cómo el queso sigue elaborándose como siempre: con tiempo y cuidado. Además, se muestra cómo la marca se siente orgullosa de su origen rural, donde apuesta por contribuir a que las nuevas generaciones quieran quedarse en sus pueblos.
Compromiso con la zona
Esta acción no sólo se limitará a este pueblo, pues la marca ha lanzado un concurso en redes sociales para que, quienes lo deseen, en nombre de su pueblo, expliquen por qué el mismo se merecería una aportación para su escuela local. Uno de ello será seleccionado para recibir la misma donación que Esguevas de Esguevilla.
Entre todos los participantes se sortearán 10 ruedas de queso personalizadas con el nombre de su pueblo. A través de esta acción, Flor de Esgueva quiere reivindicar su fuerte arraigo con Castilla y León, mostrándose fiel a los orígenes naturales de sus productos.