Julián Bravo estuvo, durante años, al frente de la mayor agencia del mercado español, JWT. Fue pionero de un perfil de profesional nuevo en su momento en la publicidad española y su labor ha tenido un profundo impacto como motor muy variadas iniciativas que han contribuido a hacer de ella una profesión más importante y reconocida. Muchos años después, demostraría su pasión por la publicidad siendo uno de los fundadores e impulsores de la Academia de la Publicidad en 2009, institución de la que fue primer presidente y, posteriormente, Académico de Honor.
Nacido en 1936 en Campisábalos (Guadalajara), se licenció en Derecho y se graduó en Administración de Empresas. Inició su labor profesional en el año 1962 en la agencia Publinsa Kenyon & Eckhardt, lo que le permitió pasar, en 1963 y 1964, unos cuantos meses en la oficina central de la multinacional en la neoyorkina Madison Avenue, calle donde coinciden las más grandes agencias mundiales del momento.
Su llegada a J. Walter Thompson (JWT), en el año 1966, fue clave para su posterior crecimiento y expansión. Asumió diferentes cargos de responsabilidad hasta que en el año 1987 fue nombrado presidente ejecutivo y miembro de la junta de directivos de JWT Worldwide.
En 1992 renunció a sus cargos en JWT (poco después de su compra por WPP) y fue nombrado asesor de Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea. Su última etapa profesional transcurrió como presidente ejecutivo de la AIMC.
Simultáneamente, nunca dejó de practicar la docencia, como profesor de marketing de la Escuela Superior de Publicidad, y su sucesora la Facultad de CC. de la I. de la UCM, así como director de cursos de vanguardia en la UIMP.
Desde 1980 desarrolló también una importante actividad como traductor y editor de libros de materia publicitaria desde sus propias editoriales, Eresma y Celeste. Gracias a él se conocieron en España algunos de los grandes títulos de la publicidad mundial.
Fue presidente de AEAP de 1981 a 1987 y como tal dio luz verde al festival publicitario que andando el tiempo sería El Sol. Fue promotor, impulsor y primer presidente de la Academia de la Publicidad.
En palabras del presidente de la Academia de la Publicidad, Pablo Alzugaray, transmitiendo el sentir de toda su junta directiva: “Hoy la tristeza es tan infinita como inevitable, pero nos consuela saber que Julián seguirá siendo el referente de los referentes, porque su inteligencia y generosidad son atemporales y su legado lo trasciende