La agencia barcelonesa anuncia su reposicionamiento bajo el mando de Aleix Torras, su director general. Su nueva propuesta es hackear la calle para encontrar un espacio común entre los objetivos de las marcas y los deseos de la gente.
Con un equipo de 20 especialistas en estrategia, creatividad, digital, branded content, social media y branding, Evil Love ha cambiado su filosofía y metodología de trabajo para centrarla en la calle y la vida de los consumidores, el cliente real de la agencias.
“Nuestro trabajo es conocer la cultura, la música, el fútbol, los bares, todo lo que esté en lo cotidiano de los consumidores.”, dice Mima Arbonés, responsable de cuentas. “Se trata de hackear la cultura para encontrar espacios en común entre los objetivos de las marcas y los deseos de las personas. Todo para generar una creatividad que no está encerrada en despachos, sino cerca de la gente y de la vida. La publicidad de la puta calle”, remata.
Por su parte, Aleix Torras explica que “La publicidad hoy ya no va sólo de vender, va de contar historias creíbles, relevantes, que lleven al consumidor a salir de su zona de confort. La calle, para nosotros, es este mundo allá fuera, el espacio donde las cosas extraordinarias ocurren en la vida de la gente, sea correr un maratón, empezar un huerto urbano o ayudar a la gente en África”.
El outsight es el nuevo insight
Saber cómo conectar con la gente es la máxima de esta nueva etapa de Evil Love, donde han empezado una serie de cambios estructurales, en los procesos y en la forma de pensar cada proyecto para introducir cada vez más los factores externos que actúan sobre lo cotidiano de las personas, lo que ellos denominan “los outsights”, es decir aquellos factores externos (tendencias en comunicación, cambios culturales importantes, avances tecnológicos, etc.) convertidos en oportunidad para las marcas y que sirven como una importante fuente de innovación.