Los datos no personales ya pueden circular libremente por Europa. Desde el 28 de mayo comienza a aplicarse el Reglamento (UE) 2018/1807, aprobado el pasado mes de diciembre y que completa el principio de libre circulación de datos establecido por la Comisión Europea.
Dicho principio se inició en mayo de 2018, cuando comenzó a aplicarse el Reglamento General de Protección de Datos (RGDP), que permitía a las empresas gestionar datos de carácter personal entre países dentro de la Unión Europea.
A finales de año entraba en vigor una segunda norma que garantizaba la libre circulación de datos no personales. Aquellos que podrían generarse, por ejemplo, en el ámbito del Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) o la nube.
Puesta en marcha desde el pasado 28 de mayo, la aplicación de este reglamento permite a las corporaciones europeas elegir dónde almacenar, transferir y tratar sus datos de carácter no personal. Al tiempo que facilita el traspaso de información cuando una compañía decide cambiar de proveedor de servicios en la nube.
Para ello, ordena que los distintos Estados miembro supriman las normas que obligan a las compañías a mantener tal información dentro de sus fronteras, y pone como plazo para hacerlo hasta 30 de mayo de 2021.
Según fuentes de la Comisión Europea, esta liberalización ayudará a impulsar la economía de los datos en la región hasta alcanzar en 2020 los 739.000 millones de euros, lo que representa el 4% del PIB comunitario.