Las aplicaciones de rastreo de contagios de COVID-19 que han lanzado los gobiernos de varios países europeos para mitigar la aparición de nuevos casos parecen no contar con la popularidad esperada entre la población. Parte de este posible fracaso podría encontrarse en la desconfianza que tienen los ciudadanos hacia la gestión que realizan de sus datos personales las instituciones públicas.
Así lo exponen los datos recogidos por Reboot Online, tras analizar la confianza de los europeos en los administraciones para tratar sus datos personales. Entre las principales conclusiones, destaca que seis de cada 10 europeos no se fíen de los entes públicos en esta gestión.
Por regiones, los españoles son los más desconfiados, con un 78% de usuarios que así lo declaran, frente a la media del continente. Les siguen los irlandeses, con un 73% de escépticos sobre el uso que hacen las autoridades de su información personal; y los belgas, franceses y británicos, con un 68% de ciudadanos.
En el lado opuesto, se sitúa Finlandia, donde desconfía tan solo un 29% de su población, seguido de cerca por Estonia, país en el que dos de cada cinco dudan de que las autoridades estén almacenando con seguridad su información personal.
Fracaso de las apps de rastreo
El hecho de que una mayoría de españoles desconfíe de las instituciones públicas respecto a la tarea de gestionar correctamente sus datos personales podría explicar el escaso éxito que está teniendo la aplicación Radar Covid, lanzada hace cuatro meses para ayudar a mitigar la tasa de nuevos contagios.
Así lo expresó a finales de diciembre el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, durante la evaluación de la gestión del ejecutivo en 2020, donde señaló que las más de 5,5 millones de descargas que acumulaba la app “no son suficientes”. Una cifra que representa algo más de la mitad de los usuarios deseados para que la aplicación cumpla con sus expectativas (9 millones).
El caso de España no difiere del de otras regiones, ya que en países como Francia, Portugal o Reino Unido han tenido la misma suerte. Con un 64% de ciudadanos que desconfían de la gestión de la información personal, en el país luso la aplicación contra el coronavirus fue criticada por asociaciones de defensa de consumidores ante la posibilidad de un uso indebido de los datos personales.