Los comercios del sector Horeca (cafeterías, restaurantes y hoteles) han sido de los más afectados durante el estado de alarma, al tener las puertas cerradas como medida preventiva para reducir la curva de contagio en España. Desde el Ministerio de Sanidad, por primera vez, presentan datos científicos de esta industria, revelando que menos del 3,5% del total de casos de coronavirus detectados desde mayo se había producido en bares y restaurantes.
Porcentaje que se reduce hasta el 0,7% durante las últimas semanas, según datos oficiales del Gobierno, anunciados el pasado 16 de octubre. Estos resultados contrastan con las cifras de contagios registradas en reuniones familiares y de amigos en domicilios que ascienden al 11,4%, considerado el mayor punto de riesgo, donde no existen protocolos ni medidas. De hecho, desde mayo, sólo dos establecimientos por cada provincia han generado un brote, “pese a ello, se ha permitido que en España se tomen medidas drásticas de cierre total de la hostelería”, según un comunicado de Fiab, Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas, y añaden que los datos están en línea a los ofrecidos por otros países europeos, como Inglaterra y Holanda, donde los datos están en menos del 3% y 3,8%, respectivamente.
A la luz de las cifras, “entendemos que las medidas drásticas de cierres de la hostelería no deberían mantenerse en comunidades autónomas donde se han anunciado”, señalan desde Fiab, añadiendo que las administraciones y comunidades tengan en cuenta los focos de contagio a la hora de establecer planes de contención que incluyen medidas limitativas y restrictivas de la actividad.
Desde la Federación puntualizan que los planes sin evidencia científica puestos en marcha hasta ahora, además no han sido acompañados de medidas compensatorias (a diferencia de las aprobadas en Reino Unido o Alemania, han provocado el derrumbe de la hostelería en España. “Se estima que un total de 100.000 establecimientos cerrarán si se mantienen las medidas que ahora se demuestran inconsistentes, lo que conllevaría la pérdida de un millón de puestos de trabajo, que se suman a los 400.000 empleos ya destruidos”.
Aumento del IVA en edulcorantes y bebidas azucarados
En otro orden de cosas, PwC ha presentado el informe sobre fiscalidad y alimentación, en colaboración con Fiab, Aecoc, Aces, Anged, Asedas, Hostelería de España, Marcas de Restauración y Promarca, en el que se evidencia que la subida estimada del IVA en bebidas azucaradas y edulcorantes tendrá impactos en la economía, con caídas de facturación (120 millones), Valor Añadido Bruto (110 millones) y empleo (casi 2.000 puestos de trabajo menos), además de en la cadena de valor agroalimentaria: sector agrario, industria, transporte, distribución y restauración.
“El posible incremento del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas del 10% al 21%, medida incluida en el ‘Plan Presupuestario’ remitido por el Gobierno a la Comisión Europea, entra en abierta contradicción con el anuncio que había realizado el Ejecutivo en contra de aumentar las cargas impositivas en un momento delicado para la reactivación del consumo en nuestro país”, aseguran fuentes de la cadena alimentaria.
Además, el Informe de PwC señala que “la evidencia científica basada en la experiencia de países que han implementado impuestos a alimentos y bebidas con el objetivo de mejorar la salud demuestra que la política fiscal utilizada para resolver el problema de la obesidad es limitada, inconcluyente e incluso lo han eliminado por los efectos negativos que tiene sobre la actividad económica, el empleo o la equidad”. En concreto, en Francia y México, tras seis años de aplicación de este impuesto, no muestra hasta el momento ningún efecto en términos de reducción de sobrepeso y países. De hecho, Dinamarca, Eslovenia, Australia y Colombia lo han eliminado por ineficaz y negativo para el conjunto de la economía.