‘El odio deja marcas’ es la nueva campaña de FAD Juventud con la que denuncia los estigmas que muchas personas aún sufren por su orientación sexual, nacionalidad, género o preferencias religiosas, amplificadas en redes sociales.
La pieza principal de la campaña es un spot donde se muestra a varios jóvenes heridos en su autoestima que llevan camisetas con logotipos en los que puede leerse ‘Fulana’, ‘Bujarra’, PXXXM0RO’ o ‘Foca’. Se suman otras como ‘Marimacho’, ‘Retrasado’, ‘Gitana de mier**’ o ‘Pordiosero’, que se pueden encontrar en la web marcas.fad.es, aunque ninguna de ellas se puede adquirir para transmitir una señal de rechazo a ese lenguaje discriminatorio.
“Hay viejos patrones que, lejos de quedar atrás, parece que ahora son tendencia; las prendas de moda y las marcas de apariencia ‘trendy’ puestas en gente que sufre discriminación precisamente ayuda a mostrar, por contraste, que este es un tema más serio de lo que a menudo nos pueda parecer”, ha explicado Noel Lang, director creativo de Gettingbetter, agencia creativa responsable de la campaña.
“Es una campaña con una gran carga simbólica y esperamos que haga recapacitar a quienes la vean”, ha añadido María Sánchez, responsable de sensibilización de FAD Juventud.
Según recuerdan desde FAD Juventud, existen distintas formas de odio que hoy en día siguen condicionando la vida de la juventud. Estas expresiones no son hechos puntuales, sino manifestaciones de violencias estructurales y actitudes discriminatorias que se reproducen en lo cotidiano, generando entornos desiguales y limitando oportunidades.
Según datos de la asociación, un 49,8% de jóvenes ha presenciado insultos o burlas racistas; un 45% de adolescentes LGTBIQ+ europeos afirma haber sufrido discriminación; un 60,5% de las jóvenes ha sufrido presiones, acoso o difusión no consentida de contenido; y un 21,3% ha recibido insultos por su cuerpo o su aspecto.