El futuro de la economía española, según los españoles

"La marcha de la economía no puede entenderse sin tener en cuenta las emociones y sesgos sociales. Por eso, no es de extrañar que en las últimas décadas hayamos visto a un psicólogo como Daniel Kahneman ganar el Nobel de Economía". Un artículo de Rosa Díaz, directora general de Sigma Dos, para IPMARK.

Decía Borges que del futuro solo podemos saber que será distinto del presente. Puesto que el mañana es un lugar desconocido, nuestra idea del porvenir es siempre y necesariamente valorativa. Sencillamente, somos incapaces de imaginar el mañana sin preguntarnos –y respondernos- si será mejor o peor que nuestro hoy. Dicho de otro modo: el futuro es un estado de ánimo. El problema, es que no es solo un estado de ánimo… Funciona más bien como un mapa del territorio que pisaremos. Como sucede con las profecías autocumplidas, nuestra idea del porvenir puede condicionar los acontecimientos

Imaginemos que, en un momento de incertidumbre, un presidente del Gobierno sale y dice “tenemos que prepararnos para la crisis”; si no la había, es bastante probable que sus palabras la generen, por eso a los máximos mandatarios les suele costar tanto pronunciar esa palabra fatídica. Por el contrario, si un presidente de un Banco Central anuncia que comprará cuantos bonos del Tesoro sean necesarios para atajar la crisis de la deuda soberana, inmediatamente los mercados se calman y el diferencial de la deuda baja (hasta el punto de que puede ser innecesario comprar tantos bonos). No son palabras mágicas ni bálsamos de fierabrás: es que el lenguaje tiene una función performativa, además de descriptiva, como bien supo ver el gran lingüista John Austin. Las palabras son más que signos: a veces, son las cosas que señalan.

El lenguaje tiene una función performativa, además de descriptiva. Las palabras son más que signos: a veces, son las cosas que señalan

La ciencia económica actual ha empezado a comprender esta endiablada y apasionante relación entre estadística, psicología social y opinión pública. Ya no es solo una cuestión de fríos números y curvas de Laffer, aplicados implacablemente como si fueran leyes físicas. Puesto que los humanos tomamos decisiones distintas en función de la información que nos llega en cada momento, la marcha de la economía no puede entenderse sin tener en cuenta las emociones y sesgos sociales. Por eso, no es de extrañar que en las últimas décadas hayamos visto a un psicólogo como Daniel Kahneman ganar el Nobel de Economía. Y por ello, también es comprensible que los estudios sociales hayan cobrado interés para los economistas.

Más optimismo

Sigma Dos, a través de sus trabajos de investigación social, como el estudio de Clima Empresarial para la Cámara de Comercio de España, realizado a más de 2.100 empresas radicadas en España con seis o más empleados, investiga estas emociones en estos actores económicos clave. ¿Qué dice este informe? En primer lugar, que seis de cada diez empresas se sienten poco o nada optimistas con relación a su actividad en 2022. Por otro lado, cuatro de cada diez manifiesta un enfoque positivo. Las más críticas, son las de menor tamaño (de seis a 10 empleados), tal vez porque sean las más vulnerables al encarecimiento de los precios de la energía y las materias primas. Esta es, para el 80% de las empresas, la principal dificultad que han atravesado en 2022. Un 34,3% apunta al incremento de los costes laborales y un 31,0% a la elevada presión fiscal. Por debajo del 25% se alude a la escasez de mano de obra, la escasez de demanda, los problemas financieros y la morosidad.

Puesto que 2022 ha sido más complejo de lo esperado, las expectativas hacia 2023 mejoran

En general, 2022 se ha encarado con más pesimismo que 2021. Recordemos que la salida de la pandemia el año pasado alentó las buenas perspectivas que, en febrero, la invasión rusa de Ucrania se encargó de enfriar. Sin embargo, toda cruz puede tener su cara. Puesto que 2022 ha sido más complejo de lo esperado, las expectativas hacia 2023 mejoran. Las ventas en el extranjero lideran el ranking entre los aspectos que experimentarán una mejor evolución de cara a 2023. Las perspectivas son también positivas sobre la adquisición de suministros en el mercado internacional, la contratación de personal, la adquisición de suministros en España y las ventas en España. Por otro lado, se prevé un leve retroceso para las inversiones.

Perspectivas sobre el empleo

Puesto que el empleo es un problema estructural en España, cabe preguntarse por las expectativas de contratación. La contratación de personal prevista para 2023 es ligeramente positiva. El saldo mejora a medida que el tamaño de la empresa es mayor, y también es más favorable en el sector industrial. Las empresas de mayor tamaño y el sector industrial logran, no solo mantener una previsión positiva más elevada que la media, sino que los datos son estables con relación al año pasado. Las perspectivas son negativas en el sector de la construcción y en hostelería.

La visión empresarial es negativa cuando se evalúan las perspectivas globales de la economía española

Rosa Díaz, directora general de Sigma Dos.

Aunque las expectativas de las empresas para su propio futuro no son malas, la visión empresarial es negativa cuando se evalúan las perspectivas globales de la economía española, algo que suele ocurrir con la población general en España (que tiende a ver peor la situación económica del país que la suya propia). Dentro de un contexto donde se espera que todos los elementos empeoren, los aspectos que previsiblemente tendrán una evolución menos negativa son el empleo y la actividad económica. La peor previsión es para los costes laborales y precios de consumo.

La economía española, en definitiva, se parece bastante a la sociedad española: los empresarios, como los ciudadanos, tienden a creer que a ellos le irá mejor que al conjunto… ¿Alguien se había parado a pensar en la obviedad de que los empresarios son, también, ciudadanos españoles? A veces, lo más evidente es lo que más nos cuesta ver. Y es el primer sitio al que hay que mirar para entendernos. Feliz 2023.

Texto / ROSA DÍAZ, DIRECTORA GENERAL DE SIGMA DOS

Fotos / SIGMA DOS/ARCHIVO