El Corte Inglés suma ya 55 centros y plataformas certificadas por AENOR como Residuo Cero, que han valorizado más del 91,50% de los residuos que generan con su actividad, donde el éxito del modelo radica en valorizar el 90% de estos.
El objetivo principal de la compañía está en conseguir esta certificación para todos los centros y plataformas logísticas de El Corte Inglés en el ejercicio de 2022 y, para los establecimientos Supercor, para 2025.
Nacimiento del proyecto
Dio comienzo en Galicia en abril de 2019. En ese mismo ejercicio se extendió a Asturias, Cantabria y Castilla y León. Un año después se obtuvo la certificación Residuo Cero en Aragón, Navarra y País Vasco y, posteriormente, en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia. Esto supone un total de 41 centros comerciales y 10 plataformas logísticas certificadas con este sistema de gestión. Además, ha sido implantada en cuatro centros y plataformas de Portugal.
El certificado AENOR de Residuo Cero ayuda a las organizaciones a optimizar procesos, concentrándose en los puntos de generación de residuos y contribuyendo al impulso de la economía circular, priorizando la reutilización y el reciclaje, aprovechando los residuos como materia prima para nuevos procesos.
Compromiso sostenible
Para lograr este objetivo, la compañía ha contado con la colaboración de la consultora Ecocuadrado, así como en el compromiso e implicación de sus empleados. En unos meses han logrado adaptar el funcionamiento de sus centros y almacenes a un sistema sostenible, minimizando el impacto de su actividad hasta alcanzar la certificación.
La actividad desarrollada por la empresa genera más de 50 fracciones diferentes de residuos, que se segregan correctamente para su valorización. Estos residuos proceden tanto de actividades propias del negocio como de los hogares de los clientes. Los convenios con diferentes parques naturales, granjas y zoológicos son los proyectos más destacados para evitar la generación de residuos.
También cabe destacar la reorganización de las rutas logísticas y la optimización de la carga de los vehículos, con la consiguiente reducción de las emisiones de CO2, la transformación de residuos en nuevas materias primas y el momento de la economía circular.