El Celta renueva su imagen de marca

El club gallego simplifica su nombre a ‘Celta’ y presenta una identidad visual contemporánea, diseñada por Summa Branding, que busca fortalecer su vínculo con la afición y el territorio.

El Celta ha presentado su nueva identidad visual que marca el inicio de una etapa en la que el club gallego busca reconectar con sus raíces, homenajear a su afición y reforzar su vínculo con el territorio.

El equipo ahora se presenta como ‘Celta’ en todos sus espacios de comunicación. Un nombre más cercano que recupera la esencia del nombre con el que fue fundado en 1923.

La agencia Summa Branding ha sido la responsable de definir la estrategia y desarrollar todos los elementos de identidad, tanto para el entorno físico como digital. El rediseño va más allá del plano estético y se plantea como una declaración de intenciones: una vuelta al origen como impulso para proyectar el futuro del club.  

“La nueva identidad representa un equilibrio entre tradición y modernidad, entre emoción y estrategia. Un gesto de orgullo colectivo, una afirmación cultural y un impulso renovado para seguir escribiendo, con coraje y belleza, la historia del Celta”, ha afirmado Joan Mendoza, new business manager de Summa Branding.

Un relato visual con alma gallega

El trabajo de branding parte de una redefinición del manifiesto del club, centrado en los valores de la afouteza (valentía) y el sentimiento celtista, así como de una revisión completa de la arquitectura de marca. A nivel visual, se mantienen elementos esenciales como el escudo —que se ha optimizado técnicamente para facilitar su uso digital— y el color celeste como seña histórica del club, ahora complementado por el negro, en alusión al carácter industrial de Vigo.

Entre los nuevos activos destaca una tipografía exclusiva, desarrollada por Arillatype Studio en colaboración con Summa, que se inspira en las formas tipográficas tradicionales gallegas de raíz celta. Además, se incorporan texturas que evocan el entorno local —la niebla atlántica, el mar embravecido o las chispas de los astilleros—, así como símbolos abstractos basados en antiguas marcas gremiales artesanas de Galicia, presentes en construcciones históricas de toda la región.