El apagón provocó pérdidas de 53 millones en el sector de la Distribución

Asedas señala que las empresas necesitan agilidad en la reparación de las pérdidas, que pueden afectar gravemente a la operatividad económica, especialmente, entre las más pequeñas.

El apagón eléctrico del pasado 28 de abril ha provocado una pérdidas de unos 53 millones de euros a la distribución española (supermercados y mayoristas), según la evaluación realizada por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), sobre el impacto económico.

El impacto principal se debe a los productos frescos, refrigerados y congelados que, como medida de precaución en los casos en que no se pudo garantizar la cadena de frío y la seguridad alimentaria, tuvieron que ser retirados. Por otra parte, la donación de estos productos fue inviable debido a la premura, las excepcionales circunstancias y la falta de información en las horas siguientes al apagón.

Además de la pérdida de stock, la falta de suministro eléctrico implicó un esfuerzo adicional logístico, al que hay que sumar los gastos asociados al transporte, el combustible destinado a los grupos electrógenos, los costes de la retirada de basura, el incremento de la seguridad, etc.

En la actual situación, y tras analizar los daños, las empresas de distribución necesitan “agilidad en la reparación de las pérdidas, que pueden afectar gravemente a la operatividad económica, especialmente, de las empresas más pequeñas”. Desde el año 2020, el sector viene pidiendo la puesta en marcha de planes de contingencia que ayuden a garantizar el funcionamiento de los supermercados y plataformas logísticas, y que no pongan en riesgo la viabilidad operativa y económica de las empresas.

Para Asedas, los sucesos del pasado 28 de abril, que tensionaron al máximo la cadena alimentaria, “reflejan con total claridad la necesidad urgente de contar con mecanismos de protección real y automática para el sector estratégico de la distribución alimentaria con el objetivo de garantizar el abastecimiento a la población”. Estos deberían tener en cuenta “los resortes que deben activarse de inmediato, en el minuto cero de una crisis, para permitir el funcionamiento de las empresas”. Entre otros, la movilidad de mercancías (transporte, carga y descarga, acceso a tiendas y plataformas…), la gestión de residuos y la gestión de comunicación para evitar falsas noticias y conductas de compra de acopio.

En palabras del director general de Asedas, Ignacio García, “durante el apagón eléctrico, que ha puesto de manifiesto, una vez más, la necesidad de unir fuerzas para contar con un plan de crisis desde el Gobierno que nos asegure, como sector estratégico, la capacidad de operar y una protección y acciones extraordinarias ante daños en los productos o en las instalaciones”.


El apagón eléctrico y digital impulsó a la radio como única fuente de información