¿Qué es un entorno líquido? Aquel en el que se da rienda suelta a las ideas y en el que se crean relaciones entre personas expertas en diferentes disciplinas. Un ejemplo: los cafés del siglo XVIII.
Según Johnson, autor de Las buenas ideas. Una historia natural de la innovación, en aquellos cafés se daban cita los personajes más notorios de cada rama del saber y de la sociedad para empaparse de los pensamientos de otros colegas y reflexionar juntos. “Aunque la especialización es importante hay problemas que no se pueden resolver solo de una forma, por eso es muy positivo moverse en espacios multidisciplinares”.
Pero además del entorno adecuado, la gran idea necesita de la intuición, de un periodo de incubación y de una reflexión posterior. Por eso el parto de una idea puede prolongarse durante mucho tiempo, hasta diez años, apunta Johnson.
El autor también se detuvo a explicar el principio de la exaptación, uno de los motores principales de la innovación. Este concepto, popularizado por Michael Behe, profesor de la Universidad de Lehigh en su libro La caja negra de Darwin (1996), es utilizado por Johnson para explicar cómo una idea puede evolucionar y convertirse en una nueva totalmente reaprovechable. “Muchas ideas tienen un objetivo, pero en algún momento del proceso la persona descubre una solución a un problema adaptando la tecnología existente de manera diferente. Tenemos limitaciones, el truco es saber adaptarnos a las herramientas que tenemos disponibles, las ideas hay que recomponerla constantemente”.
Redes sociales, capitalismo y sector público
Steven Johnson también destacó el impulso que las redes sociales están suponiendo para relacionar a personas aparentemente heterogéneas con un objetivo común. Aunque es difícil saber cómo afectarán estas herramientas en la política, Johnson señaló que ahora mismo son esenciales para conocer a la población y gobernar de “abajo a arriba”.
Sobre el capitalismo, el autor estadounidense destacó su carácter innovador gracias al que han prosperado ideas como Facebook y Twitter pero, al mismo tiempo, intentó hacer caer el mito de que las buenas ideas solo nacen en el sector privado y destacó la importancia del sector público como generador de innovación.