La compra de Twitter por parte de Elon Musk, cada día más lejos

El equipo de inversores que ayuda a Musk en la compra de Twitter pone en duda la capacidad de la plataforma de verificar que solo existen menos del 5% de cuentas falsas.

Desde que Elon Musk decidiera paralizar el proceso de compra de Twitter el pasado mayo ante las dudas de que solo existiera menos de un 5% de cuentas falsas en la plataforma de microblogging, ahora es su equipo de inversores los que dudan de que la red social pueda, finalmente, verificar ese dato, retrasando aún más la adquisición final de la compañía. 

Según han informado fuentes conocedoras del asunto a The Washington Post, las conversaciones que mantiene Elon Musk con el equipo de inversores a los que se ha asociado para comprar Twitter por 44.000 millones de dólares se han ralentizado en las últimas semanas, debido a que estos últimos sienten que la red social no ha cooperado en compartir información sobre las cuentas falsas. 

Recordemos que el pasado 13 de mayo Elon Musk anunció a través de su cuenta de Twitter la paralización del proceso de compra alcanzado a finales de abril con la plataforma del pajarito azul porque sospechaba que Twitter no estaba acertada cuando aseguraba que en la red social había menos de un 5% de cuentas falsas. 

Las negociaciones se retomarían cuando Twitter diera detalles de cómo calcula el porcentaje de cuentas falsas y spam en la plataforma, informó el empresario en aquel tuit. 

El medio estadounidense recoge asimismo el posible cambio que podría realizar Musk respecto a la compra definitiva de Twitter, aunque no se matifica en qué consistiría dicho movimiento. Podría coincidir con lo vaticinado por varios analistas cuando el multimillonario anunciara la paralización del acuerdo, que consistiría en intentar bajar el precio de la acción planteado en el acuerdo final, de 54,20 dólares la acción. A 7 de julio, el precio de la misma se situaba en los 38,21 dólares, un 29,5% menos. 

Si finalmente no se materializa el acuerdo de compra alcanzado por Elon Musk y el consejo directivo de Twitter, el primero estaría obligado a entregar al segundo 1.000 millones de dólares como sanción, una cuantía inferior a lo que se habría depreciado en Bolsa la compañía del pajarito azul.