Más del 83% de los altos ejecutivos de compañías multinacionales coinciden en que ya compiten en la economía de la reputación, un entorno en el que las personas compran productos, trabajan o invierten basándose, principalmente, en la confianza, admiración y estima que sienten por las empresas e instituciones que los respaldan, y no solo en la opinión que tienen de sus productos o servicios.
Este es el panorama que dibuja el estudio Navegando en la economía de la reputación, realizado por la consultora Reputation Institute (www.reputationinstitute.com) entre 300 grandes empresas internacionales. Aunque más de la mitad de las corporaciones entrevistadas reconocen encontrarse todavía en una fase incipiente en la gestión de su reputación también se muestran dispuestas a avanzar de forma determinante en los próximos cinco años.
Sin embargo, los autores del estudio advierten de que son pocas las empresas listas para afrontar esa tarea. De hecho, solo el 31% de los encuestados monitoriza su reputación, aunque la consideran un indicador esencial en el desarrollo de la compañía. Ese mismo porcentaje es el que afirma que su compañía está dispuesta para sumergirse en la economía de la reputación.
Para Reputation Institute la situación es muy distinta a la que las propias compañías aluden. En opinión de la consultora, el número real de empresas preparadas para competir en este nuevo escenario apenas alcanzaría el 13% de las entrevistadas. La mayoría se encuentran todavía en etapas iniciales de su “travesía de la gestión de la reputación”.
Panorama local
En España, el 45% de las empresas participantes en el informe La gestión de la reputación en España afirmaron que en los últimos diez años han ido creando direcciones para manejar estratégicamente este intangible tan valioso. En el caso de las grandes corporaciones y multinacionales española la cifra se elevaría hasta el 80%.
El 55% de los gestores de reputación tienen el perfil de director de comunicación y el 60% de las áreas de reputación están integradas en los departamentos de comunicación corporativa.
Que la comunicación se va a convertir en un elemento clave dentro de la economía de la reputación es algo claro para todos los agentes empresariales. De hecho, la figura del director de comunicación se alza como el adecuado para gestionar la reputación corporativa (55,9%).
Más información sobre el estudio en https://ipmark.com/pdf/Reputation.pdf
