Lejos de provocar el declive del buscador tradicional, el uso de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT está contribuyendo a enriquecer el ecosistema digital.
Así lo confirma un nuevo estudio de Semrush, que ha analizado el comportamiento de búsqueda de los usuarios en Estados Unidos entre enero de 2024 y junio de 2025. La conclusión principal: el uso de ChatGPT no sustituye a Google, sino que lo complementa.
En total, el informe se ha basado en 260.000 millones de registros de navegación anónimos procedentes de usuarios que dieron su consentimiento para el análisis. El estudio se ha centrado exclusivamente en el tráfico desde ordenadores de escritorio en EE. UU., con el objetivo de entender los cambios en los hábitos digitales en torno a la búsqueda de información.
La investigación de Semrush ha comparado el comportamiento en Google de tres grupos distintos: quienes empezaron a utilizar ChatGPT en el primer trimestre de 2025, quienes ya lo empleaban desde enero de 2024 y quienes no lo usaron en ningún momento del periodo estudiado.
En todos los casos en los que se introdujo el uso de ChatGPT, la actividad en Google se mantuvo estable o incluso aumentó ligeramente tras el primer contacto con la herramienta de IA generativa. Un patrón que se ha repetido especialmente entre los nuevos usuarios de ChatGPT en los primeros meses de 2025, cuyas gráficas muestran un aumento en las sesiones de búsqueda en Google poco después de comenzar a interactuar con la IA.
Una tendencia similar se ha observado entre los usuarios más experimentados, con más de 500 días de uso de ChatGPT, cuya frecuencia de uso de Google se ha mantenido constante a lo largo del tiempo.
Para Fernando Angulo, senior market research manager en Semrush, los datos del estudio reflejan un cambio de paradigma: “No estamos ante una guerra entre plataformas. Estamos viendo cómo los usuarios se abren a nuevos hábitos de búsqueda. ChatGPT no sustituye a Google, lo complementa. Esta convivencia abre más posibilidades para las marcas y obliga a diversificar las estrategias de marketing digital”.
El especialista destaca que la aparición de nuevos motores basados en IA no elimina la necesidad del SEO tradicional, sino que exige ampliar las estrategias: “Es momento de integrar. Hay que seguir apostando por el posicionamiento en buscadores convencionales y, al mismo tiempo, trabajar en el posicionamiento en motores de inteligencia artificial. El usuario no escoge una vía única: se mueve entre ambas según la necesidad, el momento y el contexto”.