El estudio realizado por Samy Alliance, compañía global de servicios integrales de marketing y comunicación, junto con la agencia Capture Intelligence ha analizado los cambios en el consumo de la Generación Z. El informe pone sobre la mesa a las bebidas «ready to drink» debido a que, en este año, han crecido entre los jóvenes diez veces más que el vino y la cerveza. En base a un perfil que demanda al mercado del consumo más tecnología, sostenibilidad, autenticidad y experiencia con los productos; el mismo que consume un 20% menos de alcohol que otras generaciones, las marcas se han tenido que adaptar a estas necesidades para promover su éxito. Esta transformación en los hábitos de consumo de los zetas, quienes sí beben alcohol, pero lo beben en nuevos formatos se debe a una serie de razones.
Por un lado, la Generación Z valora la comodidad y las bebidas en lata son fáciles de transportar y almacenar adaptándose a una vida en constante movimiento. Además, las bebidas en lata se adecúan a la vida ajetreada de los zetas al ser rápidas y accesibles. Por otro, las bebidas RTD han ganado terreno respecto al vino o la cerveza por tener una amplia gama de sabores, tamaños y formas. No obstante, el marketing directo con sus campañas en redes sociales, colaboraciones con influencers y eventos patrocinados también han influido al aumento de las bebidas «ready to drink» entre los jóvenes. Todo esto ha impulsado un cambio en los hábitos de consumo de una generación que ha transformado el mercado de las bebidas en España. Y el perfil de este tipo de consumidor demanda a las marcas salud, bienestar, experiencia con el producto, envases atractivos estéticamente y la sostenibilidad. La Generación Z tiene mayor conciencia ambiental y prefiere envases reciclables. De acuerdo con el estudio, esta preferencia que se incentivó en la pandemia se ha incrementado al subir a un 35% entre 2020 y 2023. Además, esta juventud ya no se limita a beber en bares o fiestas, sino también, en lugares más íntimos.
Mientras que las bebidas RTD se convierten en la preferencia de los jóvenes y superan el 10% de crecimiento año tras año, la cerveza y el vino no llegan ni al 2% de crecimiento. El informe de Samy Alliance indica que la Generación Z está preocupada por su salud mental y bienestar por lo que es consciente que el alcohol genera vulnerabilidad y ansiedad dando pie a que se decanten por las bebidas «ready to drink». Así es como esta generación tiene una forma controlada de consumir bebidas y prefieren gastar más si se sienten mejor con el producto. Por lo tanto, el futuro de las marcas es crear tendencias enfocadas en estos jóvenes que tengan menores porcentajes de alcohol y estén en sintonía con sus valores. Más que una evolución es una revolución en la industria del consumo en la que hay que adaptarse a este tipo de perfil para poder alcanzar el éxito como marca.